Ginebra, (EFE).- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) comunicó hoy que desde ahora enviará directamente sus cargamentos humanitarios a Somalia, donde calcula que hay 190.000 niños tan gravemente desnutridos que podrían morir en cuestión de semanas si no reciben ayuda inmediata. Estos son los casos más graves y más urgentes de tratar, pues en total hay 1,5 millones de niños que requieren asistencia, precisó en Ginebra su portavoz Marixie Mercado.

Desde que hace cien días se declaró la hambruna en seis regiones del sur de Somalia, el organismo de la ONU hacía llegar los alimentos y otros artículos de primera necesidad primero al puerto de Mombasa (Kenia) para luego despacharlos a Somalia por vía terrestre, pero la gravedad de la situación requiere que esta ayuda llegue más rápido. Sin embargo, la portavoz no pudo precisar de qué manera se garantizará la seguridad de las embarcaciones que transportarán la ayuda en vista de la fuerte actividad de piratas en aguas somalíes.

 «La razón por la que vamos a descargar en Mogadiscio es la magnitud de las necesidades. Obviamente hay riesgos, pero no tengo detalles de cómo se realizarán las operaciones», dijo en una rueda de prensa. Tampoco pudo precisar a qué capacidad puede operar el puerto de Mogadiscio, cuya infraestructura ha sido afectada por los combates que desde hace años libran fuerzas oficiales y de la milicia islamista Shabaab.

El plan del UNICEF consiste en hacer llegar cada mes al puerto de Mogadiscio 5.000 toneladas de un preparado de maíz y soja, lo que «permitirá descongestionar el puerto (de Mombasa) y apresurará la entrega de esta asistencia destinada a salvar vidas», indicó la portavoz.

Los cargamentos partirán del nuevo almacén que se ha abierto en Dubái gracias a la donación de un empresario alemán, quien ha financiado igualmente su funcionamiento durante los primeros seis meses. A la situación de hambre se suma una epidemia de cólera en el centro y sur del país, con 2.810 casos registrados sólo durante las dos últimas semanas de octubre, informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otra enfermedad que preocupa a esta entidad es el sarampión, tras observarse que el número de contagiados y muertos se ha incrementado.

 El flujo incesante hacia Mogadiscio de pobladores del interior del país que huyen de la hambruna y de los combates supone una amenaza adicional y hace temer una epidemia, por cuanto los que llegan, en general, no han sido vacunados contra el sarampión. EFE