Madrid.- El actual impacto de El Niño en la infancia africana es “más de lo que (ésta) puede soportar”. Es un fenómeno que conforme se intensifica hace aumentar la desnutrición en ese continente, y afecta ya a casi un millón de menores. “Solo lleva algunos meses, pero las consecuencias ya se notan y se percibirán muy probablemente durante, al menos, dos años”, alerta en una entrevista con Efe el coordinador de programas en emergencias de UNICEF Óscar Matarín. El fenómeno de El Niño 2015-2016, que amenaza con ser uno de los más severos del último medio siglo, consiste en un calentamiento de las aguas del Pacífico y puede producir lluvias intensas en unos lugares y sequías en otros, olas de calor en unas áreas y de frío en otras.
Según los datos divulgados esta semana por UNICEF, casi un millón de niños necesitan tratamiento por desnutrición aguda grave en África oriental y meridional; dos años de lluvias irregulares y sequías combinadas “están causando estragos en las vidas de la infancia más vulnerable”. En el Cuerno de África, además de las sequías, las fuertes lluvias causadas por El Niño están exacerbando los daños en las instalaciones sanitarias, y en Tanzania se han confirmado 12 000 casos de cólera, “registrando el brote más grande de este siglo en el país”, explica Matarín desde Malaui (sureste de África), donde está trabajando sobre el terreno en temas de agua.
Malaui se enfrenta a una de las peores crisis alimentarias de los últimos nueve años, con 2.8 millones de personas (más del 15 % de la población) en riesgo de padecer hambre, y los casos de desnutrición aguda grave subieron un 100 % en dos meses, de diciembre de 2015 a enero de 2016.
En Etiopía se espera que a finales de 2016 el número de personas que necesitarán ayuda alimentaria aumente de diez a dieciocho millones.