UNICEF insta ayudar niños migrantes Venezuela

UNICEF insta ayudar niños migrantes Venezuela

A Venezuelan migrant, cradling a baby, walks along an avenue where she asks drivers for their spare change, in Bogota, Colombia, Thursday, April 4, 2019. According to U.N. children's agency UNICEF, as a result of the Venezuela migrant crisis, 1.1 million children will need help across Latin America and the Caribbean in 2019. (AP Photo/Fernando Vergara)

En la capital de Colombia, los niños venezolanos, incluyendo bebés, pasan horas en transitadas intersecciones mientras sus padres venden caramelos o piden monedas entre los conductores para sobrevivir otro día luego de abandonar su país en busca de una vida mejor.
El impacto de la devastadora crisis económica, social y política de Venezuela se ha extendido por América Latina y el Caribe en los últimos años ante la salida de más de tres millones de personas del país.
Como en otras emergencias humanitarias en el mundo, los niños son los más vulnerables. Alrededor de 1.1 millones de niños necesitarán acceso a servicios como educación, saneamiento y agua potable en toda la región este año a consecuencia de la crisis migratoria venezolana, dijo UNICEF en un informe.
La agencia de Naciones Unidas para la infancia señaló que la cifra estimada es más del doble de la que necesita ayuda ahora mismo, y se mostró preocupada por los reportes de discriminación y violencia hacia menores y familias venezolanas. “Algunos migrantes, entre ellos menores no acompañados y separados, mujeres embarazadas o lactantes e indígenas, están en un mayor riesgo», señaló UNICEF en su llamado a los gobiernos para que respeten los derechos de los niños, incluyendo migrantes y refugiados.
El jueves, cerca de 20 bebés y niños venezolanos acompañaban a sus padres pidiendo limosna entre los autos que circulaban por un cruce en Bogotá. Las madres llevaban a sus bebés en brazos. El más joven tenía seis días y el mayor, 6 años. Los más pequeños jugaban o comían dulces mientras parecían ajenos al ruido del tránsito que los envolvía. Algunos de los conductores bajaron la ventanilla para darles unas monedas.
Uno de los migrantes, Wilfran Garrido, de 22 años, contó que había trabajado en una posada en el estado venezolano de Carabobo pero dejó el país cuando el deterioro de la economía hizo más difícil poder alimentar a su familia. Llegó a Bogotá hace unos meses y pudo encontrar plaza en una escuela para su hijo de 4 años y en un jardín de infantes para el de 2. Su esposa y él tienen además un bebé de cuatro meses. “Espero que para mis tres hijos el futuro sea mejor, porque en Venezuela no había futuro», dijo emocionado Garrido.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas