Ginebra.- Unicef hizo hoy un llamamiento para recibir urgentemente más fondos para poder ayudar a los cerca de 600.000 niños haitianos que aún necesitan asistencia humanitaria como consecuencia del paso del huracán Matthew por el sureste de Haití hace exactamente un mes.
Unicef necesita más de 23 millones de dólares (20,7 millones de euros) hasta finales de año para cubrir las necesidades humanitarias de los niños tras el huracán y hacer frente al cólera, pero hasta ahora únicamente ha recibido 6 millones, señaló la organización.
“Un mes después del huracán, no ha vuelto a la normalidad aún la vida de más de medio millón de niños en Haití”, indicó Marc Vincent, el representante de Unicef en el país caribeño. “Demasiados niños están todavía sin un hogar, pasan hambre, no pueden ir a la escuela y están en peligro”, añadió.
De acuerdo con el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas, unos 50.000 niños se han quedado sin hogar y se alojan en refugios temporales, en tanto que otros 3.500 menores que viven en instituciones del país necesitan ayuda para acceder a alimentos, agua y servicios sanitarios.
Debido a la destrucción total de cultivos y la pérdida de alimentos almacenados, así como de ganado en las áreas más afectadas, más de 800.000 personas necesitan asistencia alimentaria inmediata y más de más de 112.000 niños están en riesgo de sufrir malnutrición aguda, advierte Unicef.
Según Unicef, se han registrado al menos mil casos de cólera entre niños haitianos en el último mes, y de los 219 centros de tratamiento 18 han sido destruidos por Matthew en los departamentos más afectados de Grand’Anse y Sur, complicando aún más los esfuerzos para contener la enfermedad infecciosa.
Hasta un 80 % de los hospitales y centros de salud en Grand’Anse han sido dañados por el huracán y otros siete centros en esa zona, cuatro en el departamento Sur y tres en Nippes han quedado inoperativos.
Asimismo, más de 700 escuelas han sido afectadas por Matthew y unos 86 institutos están siendo usados como refugios temporales, causando la interrupción de las clases para al menos 150.000 niños. Ante la magnitud del problema, Unicef está intensificando la asistencia humanitaria para aliviar la situación de los menores.
El huracán dejó al menos 573 muertos, 75 desaparecidos y 1.890 millones de dólares en daños.
Unicef está trabajando con socios haitianos y de otras partes del mundo para proporcionar asistencia básica a los niños más vulnerables.