Unidad, ¿para qué?

Unidad, ¿para qué?

Muchos dominicanos se preguntan: ¿Por qué la oposición no se unió antes? ¿Por qué lo hace ahora?
Lo primero que procede explicar es que la oposición no está propiamente unida. Por lo menos, en lo que a nosotros concierne, entendemos que lo que se produjo a partir del 9 de mayo fue una coincidencia en una cuestión puntual, aunque fundamental: cuidar de la trasparencia, legalidad e integridad que debía tener el proceso electoral.
Y después de consumado el golpe mediático electoral el 15 de mayo, coronación de la estrategia de avasallamiento y entronización, hemos coincidido, además, en su comprobación, documentación y denuncia. Ya se ha logrado demostrar que esa “victoria” no fue honesta y en buena lid.
Esas causas demandaban hacer ese esfuerzo, en primer término, por la verdad histórica; y después porque en lo adelante la lucha del pueblo dominicano por sus libertades democráticas será cada vez más difícil, si no se frena y revierte la tendencia autoritaria. El pueblo, que sufrió los efectos de la campaña de desinformación y manipulación, empezará a resentir las imposiciones autocráticas, quizás, lamentablemente, en un ambiente de confrontación, ruptura y eventual ingobernabilidad.
Ahora bien, hemos dicho que el derrumbe del orden democrático, que ha provocado la reelección de Danilo Medina y los métodos empleados para imponerla, guardan íntima relación con los compromisos antinacionales y anti populares que asumió el proyecto continuista con poderes foráneos y oligárquicos. Y ese es el meollo del traumático proceso que hemos vivido.
Juan Bosch repetía con frecuencia una frase de Martí: “En política hay cosas que se ven y cosas que no se ven, y las que no se ven son más importantes que las que se ven”. Y tenía mucha razón: la sumisión antinacional ante esos poderosos intereses se ha ocultado hábilmente, pero resulta decisiva para explicar porqué se atrevieron a tanto, y porqué hay tendencia de convalidar y bendecir esos resultados.
Por tanto, para nosotros en la FNP y el Polo Soberano, que estamos muy conscientes de las tramas que se vienen urdiendo, la lucha por la democracia y las libertades no pueden estar disociadas de la defensa de la soberanía y la autodeterminación, de la identidad nacional y la integridad territorial.
Cualquier esfuerzo unitario opositor trascendente deberá tomar muy en cuenta e integrar la lucha por preservar la soberanía popular con la defensa de la soberanía nacional.

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