Unidad y solidaridad

Unidad y solidaridad

LEONOR MARÍA ASILIS E.
“Ser solidario, estar abiertos a darle una mano al otro, en fin, eso es caridad.”

República Dominicana ha sido víctima de un gran desastre natural: la tormenta Noel.

Hasta el momento en que se escribía este artículo, la cifra de muertes subía a 73, 43 desaparecidos, 62 comunidades incomunicadas, un total de 64,096 personas evacuadas y reportadas unas 16,024 viviendas afectadas  y aun encendida la alerta roja en el territorio nacional.

Ante esta gran tragedia tenemos que escoger entre dos posturas: espectadores o actores.

Es nuestro mayor anhelo que nos decidamos por  la segunda, pues seríamos vilmente indiferentes si nos detuviésemos  frente al televisor con una actitud pasiva. Peor aún, si nos dedicásemos a criticar: que si el Gobierno…, los políticos o que s…i “      la Comisión x”.

 Es tiempo de unirnos y ser solidarios. No importa de qué bando político seamos, somos dominicanos y con tal condición, debemos solidarizarnos con nuestra gente.

Nuestras autoridades están trabajando, desde el Primer Mandatario, quien ha estado visitando los lugares afectados y moviendo las instancias competentes tales como Salud Pública, la Comisión Nacional de Emergencias, los Ayuntamientos y las Fuerzas Armadas, entre otras.

Los candidatos presidenciales también han dicho presente. La sociedad civil está activa. Gracias a Dios que mueve los corazones de tantos dominicanos de buena voluntad, quienes desde ya se han puesto en acción, organizando formas de ayuda a los damnificados.

Es de resaltar la postura solidaria de nuestros comunicadores, quienes han dedicado sus espacios para realizar maratones de ayuda en esta situación que nos afecta.

La Iglesia, en sus distintos movimientos, entre los que damos a conocer el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, el cual tiene un centro de acopio en su sede, Casa San Pablo, de la ciudad capital. Las parroquias Santísima Trinidad, San José de Calasanz, el Centro Juan XXIII, el movimiento JUNCO entre muchos más, están diciendo presente. …Esperamos que siga fluyendo la ayuda necesaria para nuestros hermanos necesitados.

Asimismo agradecemos la mano amiga que nos tienden los países hermanos, que han venido manifestándose, respaldándonos en  nuestro dolor.

Recordemos algunas frases de la Madre Teresa:

“Amemos hasta que nos duela.”

  “En los pobres y abandonados encontraremos a Cristo.”

  “Hagamos algo precioso para nuestro Dios”.

  “Dios ama al dador alegre, se sirve mejor con una sonrisa.”

Finalmente recordemos la parábola del buen samaritano e imitemos al samaritano que supo dejarse mover por la compasión y ser solidario. Es decir, sentir empatía. Sentir que «lo que  a ti te pasa, a mí me importa», que yo me uno a tu sufrimiento y lo  asumo como mío, que soy capaz de ponerme en tu lugar y ayudarte a salir de donde te encuentras.

La pregunta que debemos hacernos: ¿Soy solidario, o  paso de largo ante el sufrimiento de los demás?

leonor.asilis@codetel.net.do

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