Hace unas décadas sectores “nacionalistas” encabezados por el Dr. Marino Vinicio Castillo, advirtieron de una conspiración internacional para fusionar Haití y la RD, y muchos dudaron, sin embargo en los últimos días ha quedado definido que hay una decisión de la denominada “Comunidad Internacional” de que Republica Dominicana debe ser el país que asuma el costo de la inviabilidad del estado haitiano.
Hace años que esa “Comunidad Internacional”, especialmente EEUU y Francia, en parte los responsables de esa tragedia, vieron en RD la válvula de escape para aliviar la pobreza y el exceso de población, pero tan pronto la situación llego al punto que bandas armadas dominaban parte del territorio, entendieron que involucrarse en el problema sería costoso en termino de recursos financieros y vidas de militares.
Entonces asumieron la solución estaba en la parte occidental, un país con estabilidad y crecimiento, al cual se le podía cargar el costo mediante una inmigración masiva aunque ello significara lastrar el desarrollo y el surgimiento de un “Kosovo” en el Caribe por la imposibilidad de coexistir en un mismo territorio dos etnias diferentes.
Probablemente la designación en puestos importantes de figuras contrarias a la histórica Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional alimentó en ciertos sectores la percepción de que sus planes de usar el país como solución a la crisis haitiana estaban resueltos, sin embargo ya en la Presidencia Luis Abinader se negó a firmar la Declaración de la Cumbre de las Américas de junio de este año en la parte relativa a los refugiados y como reveló el Director del Periódico El DIA, José Monegro, al más alto nivel se le propuso al gobierno instalar campos de refugiados lo cual fue rechazado.
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Frente a esto se produjeron las declaraciones de los Altos Comisionados de las NU para los Refugiados y los Derechos Humanos exhortando a la “comunidad internacional” a que cesaran las deportaciones de haitianos por razones humanitarias y posteriormente el de los Derechos Humanos, Volker Turk, se refirió específicamente a la RD y la respuesta del Presidente Abinader fue el anuncio de aumentar las deportaciones.
Frente a esa situación entonces los EEUU decidieron aplicar sanciones económicas no declaradas, como fue el Comunicado de la Embajada donde llama la atención de que a los turistas afroamericanos se les detiene, retrasa o dificulta su ingreso al país y también cuestionan la política de deportaciones. El objetivo de esa medida era alertar a los afroamericanos o los blancos no racistas a no visitar un país que discrimina los negros.
La segunda sanción económica fue impedir el ingreso a los EEUU de azúcar producida por el Central Romana Corporation bajo el alegato de trabajo esclavista, bajos salarios, violación de los derechos humanos, supuestamente de hace décadas, pero justo en este momento se aplica la prohibición, usando como chivo expiatorio a una empresa norteamericana caracterizada por sus grandes aportes al país.
Vendrán otras presiones y sanciones, lo importante es que el Presidente no ceda y aplique otras, como cortar el negocio de los visados y entrarle al tema de los empresarios contratante de ilegales, la oposición, asumir una actitud responsable, como lo está haciendo el Dr. Leonel Fernández, y toda la sociedad empoderada para enfrentar lo que sea en aras de preservar la viabilidad de nuestro país.