En campaña- El doctor Roberto Rosario Márquez, presidente de la Junta Central Electoral (JCE), declaró al Listín Diario que decidió adelantar los trabajos de preparación y organización de las elecciones del 2016, en la que estarán en disputa mas de 4,000 cargos electivos, debido a su al to grado de complejidad. Y hace bien el organismo electoral en tomar todas las previsiones necesarias para que la llamada fiesta de la democracia deje a todos los participantes contentos y satisfechos, y nadie se queje de que le hicieron trampa o no lo dejaron bailar. Aunque, si nos fijamos con atención, nos daremos cuenta de que los políticos empezaron la fiesta hace rato, unos –los peledeístas– para sacar gabela en la competencia por la candidatura presidencial, otros –los divididos perredeístas– para tratar de demostrar en las calles que son el “PRD-Mayoritario”, y los menos –los menguados herederos del doctor Joaquín Balaguer– para que el país sepa que aunque son pocos y casi ni se sienten todavía viven y respiran. Reinaldo dice que es el mejor candidato del PLD para el 20016, Francisco Javier llama a cuidar la economía del país, Temístocles Montás promete que seguirá la lucha contra la inequidad y Radhamés Segura pide pagar la deuda social, mientras el expresidente Hipólito Mejía, y su compañero de caravaneo Luis Abinader, adelantan que la Convergencia derrotará al PLD en el 2016. ¿Alguien se atreve a negar, tras leer los titulares periodísticos que recogen las actividades del fin de semana, que estamos en medio de una campaña alectoral adelantada, afrentosa y contraproducente? Por supuesto, nada tiene que decir al respecto la JCE, que le huye como el diablo a la cruz a su responsabilidad de regular las actividades de los partidos, y menos ahora que tiene la excusa perfecta –la organización y preparación de las elecciones del 2016– para permitir que los políticos sigan como chivos sin ley.