Muchos se fatigan con una actividad mínima, tienen problemas de concentración y dolores de cabeza
Uno de cada diez contagiados de coronavirus continúa con síntomas a pesar de haberse infectado hace meses, muchos de ellos son jóvenes que no pueden hacer su vida normal porque se fatigan con actividad mínima, tienen problemas de concentración o sufren fuertes dolores de cabeza.
Según una encuesta elaborada entre julio y octubre el pasado año por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia y los colectivos de pacientes Long Covid Acts, los afectados son sobre todo mujeres -casi ocho de cada diez-, con una media de edad de 43 años y tienen unos 36 síntomas por persona, de un abanico de alrededor de 200.
A Marga, de 44 años, desde que se contagió en marzo del año pasado le cuesta respirar y se cansa con pequeñas tareas, sufre dolores articulares y son muchas las tardes en la que tiene fiebre.
“Es como si tuviera diez enfermedades al mismo tiempo. Me despierto y no me puedo levantar, esperar hasta dos horas porque tengo tanto dolor que me cuesta moverme y tengo que ir cogiendo aliento y fuerzas; es como cuando el cuerpo está frío y tienes que calentar”.
No sufrió una covid grave, con lo que no tuvo que estar hospitalizada, pero los síntomas no se le van; en unas ocasiones se recrudecen, en otras aparecen otros nuevos.
Síntomas limitantes Los médicos de Atención Primaria son los que se encargan del seguimiento y derivan a los especialistas cuando lo consideran necesario.
Estos pacientes suponen entre el 10 y el 15 % del total de casos de coronavirus, según indica una de las coordinadoras del grupo covid persistente, Pilar Rodríguez.
La experta abunda en que son personas que no tienen los órganos afectados y, sin embargo, tienen síntomas meses y meses después, como la falta de aire, taquicardias, cefaleas, déficit de atención y concentración, problemas digestivos, astenia, que son muy limitantes.
Y es que en la gran mayoría de estos pacientes, los médicos no encuentran nada específico que tratar.
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Secuelas
Los expertos diferencian a aquellos con la covid persistente de los que sufren secuelas, porque estos últimos son los que presentan unos síntomas que no forman parte de los habituales y que se pueden deber a alguna de las complicaciones de la propia infección.
Son aquellos que han tenido una covid muy grave, con una lesión orgánica importante, en muchos casos han estado bastante tiempo en unidades de cuidados intensivos y “queda una cicatriz en el órgano afectado”, pues sobre todo se ven afectados los pulmones y el corazón.