Uno de los 13 bancos franceses suspende la prueba, pero ya ha cubierto fallos

Uno de los 13 bancos franceses suspende la prueba, pero ya ha cubierto fallos

París.  Sólo un banco de muy segundo orden de los 13 franceses que se sometieron a las pruebas de estrés europeas suspendió, pero la Caisse de Refinancement de l’Habitat (CRH) ya corrigió sus carencias en la primera mitad de este año con una ampliación de capital.

Las otras 12 entidades superaron ampliamente los requerimientos de solvencia del Banco Central Europeo (BCE) tanto al cerrar el ejercicio de 2013 como en el caso de que sufrieran el definido como escenario “adverso”, según los elementos divulgados hoy por el Banco de Francia.   El nivel de solvencia de la CRH a finales de 2013 se quedaba en el 5,74 %, por debajo del 8 % exigido; y habría caído al 5,51 % en caso de condiciones adversas durante el periodo 2014-2016 (justo por encima del 5,50 requerido).

Es decir, que a fecha de 1 de enero esta entidad especializada cuyo capital está en manos de los grandes bancos franceses tenía unas necesidades de 124 millones de euros que se cubrieron desde comienzos de año con un aumento de capital de 250 millones.

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, insistió en conferencia de prensa en que la CRH había sido una entidad “bien capitalizada”, pero que el 1 de enero al aplicarse una serie de cambios de ponderación que “le afectaron particularmente” hubo una alteración en su situación de solvencia.

“Es un problema que está solucionado” con el aumento de capital al que procedieron sus accionistas “espontáneamente” y de “de forma holgada”, añadió Noyer.   Para ilustrar la dimensión residual de la CRH en el sistema bancario francés basta con ver que sus activos al finalizar 2013 eran de 53.133 millones de euros, comparados con 1,640 billones de BNP Paribas, el “número uno” de la plaza.

El gobernador hizo notar que para los bancos franceses, que suponen en términos de fondos el 30 % de los sometidos a examen por el BCE, el escenario “adverso” simulado les supondría un ajuste de 5.600 millones de euros, es decir sólo el 12 % de los recortes que sufrirían las entidades europeas.

Noyer destacó que eso coloca a los bancos franceses como los que menos se verían afectados por un escenario de estrés, después de los de España, que había realizado ese ejercicio hacía poco.

De media, el nivel de solvencia de los 13 bancos franceses al finalizar el pasado año era del 11,49 %, que se vería reducido al 9 % en caso de que se diera la situación adversa.

Entre las cuatro mayores entidades de la plaza, Crédit Agricole tenía a fecha del 1 de enero un ratio de activos de calidad del 10,97 % (8,83 % con el escenario de crisis), BNP Paribas un 10,68 % (8,07 %), Société Générale un 10,89 % (8,15 %) y BPCE (Banque Populaire Caisse d’Epargne) un 10,97 % (8,83 %).

Destacó el nivel de solvencia de Banque Centrale de Compensation (LCH Clearnet) con un 60,45 %, que se quedaría en un 39,12 % en situación de estrés, pero también el del Banco Público de Inversión (BPI), con un 30,52 %, que pasaría al 30,66 %.

De las entidades clásicas, Crédit Mutuel tenía un nivel de solvencia del 13,87 %, que pasaría al 12,91 % en caso de escenario adverso y el grupo estatal La Banque Postale un 10,04 % que se reduciría al 9,14 %.   En cuanto a las filiales de financiación de los fabricantes de automóviles, Banque PSA Finance (propiedad del grupo PSA Peugeot Citroen) estaba al 14,06 % el pasado 1 de enero, y se quedaría en el 12,69 % en situación de estrés; RCI Banque (de Renault) al 11,70 y al 9,08 % respectivamente.

El choque adverso simulado por el BCE les costaría en conjunto a los 13 bancos franceses 231 puntos de base en términos de pérdidas potenciales de crédito, lo que representaría 310 puntos de base en el ratio de solvencia sobre fondos propios (CET1).

Esas pérdidas, según el Banco de Francia, tendrían su origen sobre todo en el impacto de los créditos a las empresas, ya que un escenario de un bajón del 30 % de la vivienda tendría un efecto limitado para las entidades financieras francesas por las garantías que van asociadas a los créditos inmobiliarios.

El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, se felicitó por “esta muestra de la solidez de los bancos franceses, que les permite asegurar la financiación de las empresas y de los particulares y continuar sus esfuerzos para apoyar la inversión y el crecimiento».

En un comunicado, Sapin consideró que estas pruebas constituyen “una etapa doblemente decisiva para Europa”, primero porque “demuestran que el sector bancario europeo en su conjunto se ha reforzado significativamente estos últimos años” y porque “permiten el lanzamiento efectivo de la unión bancaria” en la que habrá una supervisión por el BCE “sobre bases transparentes». EFE

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