Unos 132 mil  filipinos vuelven a sus casas tras una alerta de tsunami

<P>Unos 132 mil  filipinos vuelven a sus casas tras una alerta de tsunami</P>

FILIPINAS. AFP.  Unos 132 mil habitantes de la costa pacífica de Filipinas regresaron a sus casas tras haber huido el viernes para salvar sus vidas cuando un sismo en el mar desencadenó una alerta de tsunami.  

La mayoría de las personas ya habían abandonado la costa este del país cuando olas de medio metro golpearon el viernes las áreas costeras, una hora después de que se produjera un sismo de magnitud 7,6 en el mar, dijo el jefe de defensa civil Benito Ramos.

«Temieron que llegaran olas tan grandes como las del tsunami de Japón (de marzo 2011), así que no fue difícil convencerles para que dejaran el lugar», explicó a la AFP.

La policía informó que 132.241 personas fueron evacuadas por la noche, durante la cual se vivieron 139 réplicas, de las cuales la mayor alcanzó una magnitud de 6,4, según la oficina estatal de sismología.  

Desde entonces todos volvieron a casa, declaró el portavoz de la policía nacional, Generoso Cerbo.

Una mujer murió y otras dos personas resultaron heridas en la isla de Mindanao y en la de Leyte, informó el portavoz.   Se ordenó evacuar la costa este de las dos principales islas, así como la de Samar, áreas empobrecidas que anualmente son golpeadas por muchos de los 20 tifones y tormentas que afectan al país cada año.

Antes del amanecer, Rosita Abodi, una habitante de Samar, llevó a su gran familia de vuelta a casa, incluidos sus 17 sobrinos y nietos, en la costa de Guiuan, a unos 140 km del epicentro.   La mujer de 60 años que este sábado ya había vuelto al trabajo, preparando comida en su pequeño café, describió el pánico que invadió la zona.

«Había luna llena y mi hermano dijo que veía el agua retirarse de la orilla. Fue él quien nos previno para que nos marcháramos», dijo.   «Cuando escuchamos las noticias echamos a correr porque no había medios de transporte disponibles.

Dormimos en cajas de cartón en un aula de una escuela. No teníamos mantas, ni mosquiteras», dijo a la AFP.

Abodi dijo que fue la primera vez en su vida que se vio obligada a huir de su ciudad de pescadores, en el sur de Samar, por un tsunami.

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