Al menos 50 personas han sido inculpadas por un escándalo de sobornos millonarios para lograr el acceso de sus hijos a universidades de élite en Estados Unidos.
En la lista están las actrices Felicity Huffman y Lori Loughlin y grandes empresarios e inversores, quienes presuntamente participaron en una trama que incluía la falsificación de expedientes académicos y los exámenes de acceso a la universidad.
Según el FBI, algunos padres pagaron hasta 6,5 millones de dólares por esos servicios, en una lista de centros educativos de prestigio que incluía Stanford, Yale, Georgetown, UCLA y USC. La estructura se puso en marcha en 2011 y ya se ha convertido en la mayor trama de este tipo a nivel universitario en EEUU, de acuerdo al fiscal general del distrito de Massachussetts, Andrew Lelling.
«Estos padres son un ejemplo de riqueza y privilegios», aseguró, añadiendo que conspiraron para ayudar a sus hijos a «hacer trampas» o comprar su admisión en universidades de élite. Su oficina ha confirmado que en el centro de la operación estaba Rick Singer, el hombre que estableció una organización sin ánimo de lucro y que ayudaba a los hijos de sus clientes a entrar en universidades de forma fraudulenta.
Singer tenía un sistema para cambiar las respuestas en exámenes de acceso a estos centros. Incluso, recurría a un psicólogo que autorizaba que esos estudiantes pudieran disponer de más tiempo para hacer las pruebas. Además contaba con una red de contactos con entrenadores en los campus de varias partes que falsificaban y exageraban los informes sobre las capacidades físicas.