NACIONES UNIDAS (AP).- Casi 50 países que contribuirían 13.000 nuevos efectivos necesarios para expandir las fuerza de pacificación de la ONU en el Líbano se reunieron ayer, jueves, en medio de preocupaciones por las reglas de juego para el despliegue y la capacidad de combate que tendrán los soldados.
Bangladesh se comprometió a contribuir 2.000 soldados y Francia ofreció 200 inicialmente, pero el jueves anunció que duplicará en forma inmediata a 400 los soldados que aportará al contingente. La oferta de Francia decepcionó a algunos, que esperaban un mayor contingente del país que iba a encabezar la fuerza.
Francia también está dispuesta a mantener a 1.700 soldados que tiene en la región que en las últimas semanas han participado en las tareas de evacuación de franceses del Líbano.
En un discurso inicial, el subsecretario general Mark Malloch Brown dijo que se necesitan por lo menos 3.500 soldados en los próximos 10 días para ampliar la fuerza de 2.000 soldados de la ONU que trata de ayudar a mantener una tregua incierta entre Israel y los milicianos de Jezbolá. «Cada momento que demoramos es un momento de riesgo de que los combates puedan estallar, advirtió.
Malloch Brown dijo a los diplomáticos de 49 países invitados a la reunión que los detalles sobre la manera en que la fuerza operará y las normas de combate establecerán que «ésta será una fuerza contundente y robusta, equipada y autorizada para asumir toda la acción necesaria en sus tareas claves.
La resolución de la ONU que llevó el lunes a un cese de las hostilidades entre Israel y Jezbolá después un brutal enfrentamiento de 34 días, autorizaba al envío de 15.000 efectivos de paz de la ONU para ayudar a 15.000 soldados libaneses a extender su autoridad en todo el sur del Líbano, controlado por Jezbolá, al tiempo que las tropas israelíes se retiran. El objetivo es crear una zona de exclusión de combatientes de Jezbolá entre el río Litani y la frontera establecida por las Naciones Unidas, 30 kilómetros al sur.
Malloch Brown dijo que las reglas de combate instan al uso de la fuerza para impedir acciones hostiles en la zona de exclusión y a resistir los intentos de impedir que la fuerza de la ONU, conocida como UNIFIL, pueda realizar sus deberes.
Estas también permiten que UNIFIL haga uso de la fuerza para ayudar al gobierno libanés si pide asegurar sus fronteras para impedir el ingreso al país de fuerzas extranjeras, proyectiles y municiones, agregó.
Francia e Italia _que probablemente también contribuirá con soldados_ han dicho que el mandato de paz no es lo suficientemente explícito y exigieron a la ONU elaborar unas reglas claras que le den peso a la fuerza de paz. La mayor preocupación, que no ha sido mencionada por Malloch Brown, es si la fuerza tendrá que desarmar a los combatientes de Jezbolá, tal como estipulaba una resolución de la ONU de septiembre del 2004.
Italia ha asegurado que puede enviar casi de inmediato hasta 3.000 soldados, además de los 50 que ya tiene en la zona, pero la oficina del primer ministro italiano Romano Prodi señaló el jueves que se buscaban reglas más claras.
En una conversación telefónica el miércoles con Annan, Prodi pidió «un mandato claro, sin ambig_edad alguna y muy precisa en las reglas del juego para el despliegue de soldados, dijo la oficina del mandatario italiano.
Malloch Brown destacó que «una fuerza reforzada rápidamente es clave para la reafirmación histórica de la soberanía libanesa sobre el sur. Y lo que es más importante que todo, es clave para el establecimiento de condiciones necesarias para la clase un proceso político más amplio que se requiere para asegurar un cese del fuego permanente.
El funcionario señaló que «la clave para resolver este conflicto y muchos de los retos más amplios que enfrenta la región no es militar sino política.