POR CARLOS OSORIO
BOGOTA (AFP). – Un total de 742 paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entregaron este sábado sus armas en una zona rural del municipio de Puerto Boyacá (centro), considerado la cuna de esas organizaciones ilegales, en un nuevo avance hacia la desmovilización total del grupo, prevista para febrero.

   La facción paramilitar, una de las más antiguas del país, conocida como Autodefensas del Magdalena Medio, entregó las armas en el caserío El Marfil, zona rural de Puerto Boyacá (280 km al noroeste de Bogotá), que se reconoce así mismo como la «capital antisubversiva de Colombia».

   La oficina del Comisionado de Paz del gobierno precisó que «la totalidad de la estructura de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá, 742 hombres y mujeres, se desmovilizaron hoy e iniciaron su proceso de reincorporación a la vida civil».

   Según el reporte, con los paramilitares que entregaron sus armas este sábado, ya son 17.611 los hombres y mujeres integrantes de las AUC que se desmovilizaron en desarrollo del proceso de paz que se lleva a cabo con el Gobierno desde 2003.

   Horas antes de su desmovilización, el líder paramilitar Víctor Triana (alias ‘Botalón’) había dicho a periodistas que serían «730 efectivos, entre ellos unas 15 mujeres, los que entregarían las armas».

   «La gente está muy intranquila, pero ellos saben que es un compromiso con el gobierno y un paso para la paz», agregó Triana.

   Triana señaló que los pobladores están desconformes con la desmovilización del grupo. «Durante 20 años que hemos estado en la región ha mejorado mucho la seguridad de la zona, de los campesinos, pero atendiendo el llamado del presidente (Alvaro Uribe) creo que la tarea ahora es de las fuerzas del Estado», dijo.

   «Estas fueron unas autodefensas campesinas, pobres, que nacieron hace mucho tiempo, pero como tal hoy estamos dando un paso importante para la consolidación de la paz en el país», agregó.

   Según el diario El Tiempo, «Botalón está sindicado por autoridades judiciales como administrador de varios complejos cocaleros del Magdalena Medio» y podría estar requerido en extradición por Estados Unidos.

   Durante la década de 1980, Puerto Boyacá fue también cuna del grupo Muerte a Secuestradores (MAS, conformado por líderes de carteles narcotraficantes), y se convirtió en centro de entrenamiento -por parte de mercenarios extranjeros como el israelí Yair Klein- de ejércitos al servicio de esas organizaciones.

   Paralelamente a la desmovilización de las Autodefensas del Magdalena Medio, otra importante facción paramilitar, el Bloque Norte, comenzó el lunes pasado el proceso para la entrega de armas de unos 4.000 hombres bajo el mando de Rodrigo Tovar (alias ‘Jorge 40’).

   Además de Tovar, solicitado en extradición por narcotráfico en Estados Unidos, al Bloque Norte de las AUC también pertenece Hernán Giraldo, considerado por la justicia estadounidense como un capo del tráfico de drogas ilícitas.

   Según ‘Jorge 40’, la desmovilización de esa facción «se iniciará con la entrega de armas del frente Resistencia Tayrona, con el comandante Hernán Giraldo a la cabeza», y unos 400 hombres en armas, seguida luego por «la desmovilización plena de los 16 frentes que conforman hoy el Bloque Norte de autodefensa».

   Aunque no se ha definido la fecha para la entrega de armas de esa facción de las AUC, el gobierno y el grupo paramilitar determinaron que la desmovilización tendrá lugar en zona rural de la ciudad de Santa Marta (norte).

   En el marco del proceso de paz con el gobierno, las AUC se han comprometido a desmovilizar a 20.000 de sus combatientes antes del 15 de febrero.