No se expande con homogeneidad y equilibrio una economía que en su auge deja fuera de sus índices favorables otros ámbitos nacionales. Desde años antes las recaudaciones han debido experimentar ascensos en función del crecimiento de utilidades y patrimonios que no deberían escapar a los tributos directos en favor de un Fisco que depende demasiado del consumo de los pobres. Si la producción de bienes y servicios ha ido hacia arriba, el uso de electricidad para fines productivos ha debido generar mayores ingresos por facturación con liquidez para que el sistema energético dependa menos de los graves y distorsionados subsidios. La admirable actividad económica no debe ser favorable exclusivamente para quienes producen y distribuyen bienes y servicios, incluyendo la propia electricidad que llega a un sistema energético de distribución que depende del Erario para sobrevivir.

El crecimiento de la economía supone mayor movimiento hacia cuentas bancarias y rentas de los negocios que participan en esa dinámica, gloria de poca derivación hacia el sector laboral, como certifican organismos. El ingreso promedio de las familias -y no solo los salarios mínimos- está erosionado o estancado en su real poder de compra. Y no existe un curso ascendente del gasto social en proporción al PBI ni su orientación garantiza que la inversión social contribuye suficientemente a sacar mucha gente de la pobreza.

Haití: desafío y oportunidad

Si el «segundo socio» más importante de la economía exportadora dominicana se está quedando sin gasolina porque no tiene con qué pagarla, los nexos comerciales y la interacción transfronteriza en general están en riesgo. El país tiene que cuidarse de que la agudizacion de los problemas sociales de la vecina nación no se traduzca en flujos migratorios mayores. Pero contener a los haitianos dentro de sus fronteras no debe limitarse a blindajes fronterizos si allí continúa un alto desempleo.
Desde aquí se contribuye ya mediante un efectivo enlace de parques de zonas francas a ambos lados a que un buen número de haitianos se gane la vida. Otras posibilidades de negocios han sido identificadas por capitales dominicanos que se sumarían al desarrollo de Haití si ambos Estados acuerdan reglas más favorables a la inversión.