Urge humanizar los servicios de salud

Urge humanizar los servicios de salud

La situación en que algunos hospitales públicos ofrecen servicios de salud a los ciudadanos no parece ser la más adecuada, según ha constatado  el Presidente de la República en visitas hechas a dos importantes instituciones de salud.

Las evidencias identificadas son partes de la falta de humanización y de gerencia con que son manejados nuestros hospitales. Las deficiencias y debilidades en los servicios y atenciones son realidades que dejan mucho que decir sobre la calidad de los servicios de salud que se ofrecen al usuario en pleno siglo XXI.

A pesar de los esfuerzos del Honorable Presidente de la República en asignarles recursos económicos y ordenando remodelaciones de las áreas físicas y reequipamientos, esto no es suficiente para brindar un servicio salud de alta calidad, tal y como lo merecen los ciudadanos que asisten en busca de atenciones médicas.

En salud el concepto calidad constituye un conjunto de condiciones y decisiones provenientes desde sus más altas autoridades hasta los niveles más inferiores que conforman el sistema hospitalario.

La realidad es que en nuestros hospitales y hasta en muchas clínicas privadas a las cuales uno visita, es notoria la falta de interacción paciente-empleado, el interés por el bienestar del otro, la escucha efectiva, actitud de servir con calidad y calidez, el desprecio y la insensibilidad por el enfermo, la poca cortesía al recibir a la persona, entre otras acciones y conductas que de manera directa afectan la calidad del servicio, la imagen institucional y, por ende, a todo el sistema asistencial.

Es bueno recordar a los servidores de salud que en el proceso de humanización, el paciente no tanto exige que las estructuras físicas, es decir, las paredes y techos de los hospitales estén bien pintadas y decoradas, ni los pisos relucientes, ni equipos de tecnologías de punta, sino más bien reclama que le den aliento, buenas atenciones, que lo acompañen, que lo cuiden con sensibilidad humana y que les den esperanza frente a su lucha persistente por sus mejorías o  curación total.

Como sugerencia, creemos que debe ser de alta prioridad y muy necesario que nuestras organizaciones asistenciales en materia de salud implementen y pongan en prácticas políticas efectivas que impulsen con firme decisión y voluntad la filosofía de la “humanización, la calidez y calidad de los servicios de salud en beneficio de los usuarios”. Recordando siempre aquella frase mercadológica de que: El “Cliente y/o Paciente está Primero” El “Cliente y/o Paciente es el Rey”. La salud es un bien económico a medida que satisface las necesidades del paciente de darle mayor tiempo de vida.

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