Un cambio hacia la instalación de un nuevo modelo deportivo sistemático desde el Estado, como lo han desarrollado otras naciones desde el ámbito escolar con excelentes resultados, requiere el impulso de la investigación científica y de las ciencias aplicadas al deporte, uno de los principales objetivos dentro del Plan Estratégico Institucional que presentará en breve a la comunidad nacional la actual gestión del Ministerio de Deportes y Recreación.
Una de las metas prioritarias del actual cuatrienio será la instalación por primera vez en el país de un Centro Nacional de Investigación y Ciencias Aplicadas al Deporte. El hecho de contar con herramientas científicas en la preparación y entrenamiento de los atletas, ha posibilitado satisfactorios resultados en los programas de búsqueda y desarrollo de talentos implementados en otras naciones, una tarea todavía pendiente en la República Dominicana.
El nuevo Centro Nacional de Investigación y Ciencias Aplicadas al Deporte, tendrá como función esencial motorizar la investigación, prestación de apoyo científico, prevenir y controlar el dopaje, promover la formación de técnicos deportivos y prestación de servicios de información y documentación deportiva. Sin los grandes aportes de ciencias aplicadas a la medicina deportiva y otras disciplinas como la psicología, la biomecánica, la sociología, la antropología, la biología, la física y las matemáticas entre otras, no hubiese sido posible el nivel de desarrollo alcanzado en nuestros días.
El principal acierto del Pacto por el Deporte Nacional, propuesto a los diversos actores públicos y privados, por el titular Danilo Díaz, es que el mismo promueve un auténtico cambio por primera vez en nuestra nación, con los programas de iniciación desde la escuela, la cual por su carácter masivo, constituye una fuente inagotable para la captación de talentos, razón por la cual las condiciones están dadas para cristalizar el gran salto cualitativo tan esperado.
La iniciación y los programas de búsqueda y desarrollo de talentos deportivos están supeditados a ciertas pruebas para la medición y la condición física, donde se deben evitar los peligros sobre el exceso de cargas de entrenamiento, hasta que los muchachos puedan comenzar más adelante un proceso de alto rendimiento con buenas perspectivas. Una cuestión de capital importancia es que de la gran masa de practicantes escolares que no sean escogidos para la élite de futuras promesas, se les dejará disfrutar del deporte recreativo y recibir los beneficios de las actividades pro salud.
De ahí la trascendencia de la firma del acuerdo sin precedentes que rubricarán en los próximos días los Ministerios de Deportes y de Educación en el que las partes se comprometen aumentar de forma sostenida el número de Centros de Iniciación Deportiva a nivel nacional, hasta alcanzar la meta de un centro por cada región educativa.
Un aspecto a resaltar, es que en una primera etapa tales Centros serán instalados en las regiones educativas donde el MIDEREC cuente con instalaciones deportivas, con el propósito de facilitar su realización y disminuir los costos.
Durante mucho tiempo, en el modelo tradicional, el deporte organizado dependió principalmente de la denominada Pirámide Olímpica, compuesta por clubes, asociaciones, federaciones y el Comité Olímpico, éste último como organismo superior desde la cima, siempre contando con el respaldo financiero de la administración pública a través de la cartera deportiva oficial, la que casi siempre desempeña un papel abstencionista, sin jugar su verdadera atribución como rector de la política deportiva.
Con un nuevo modelo deportivo desde la escuela, como política pública del Estado con la estrecha colaboración de la sociedad civil, el deporte se aboca a dar un gran salto, sin dejar de reconocer que el entramado olímpico-federado, seguirá jugando un importante papel complementario, así como el empresariado, el cual está en condiciones de ofrecer mayores aportes.
Una de las iniciativas más plausibles anunciadas por el incumbente de turno dentro de la planificación estratégica, es la contratación de una alta cantidad de especialistas y entrenadores de elevado nivel profesional para trabajar en el citado Centro de Investigación y Ciencias Aplicadas al Deporte, que además incidirán en los programas de iniciación escolar y en los programas de alto rendimiento.