Urgencias que no son tales

Urgencias que no son tales

El festival de compras y contrataciones bajo alegato de emergencia ha continuado, y a las entidades estatales que así proceden les ha importado un pepino la advertencia que contra esa práctica hizo la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas, al anular un llamado con esas características que hizo el Ministerio de Salud Pública. El grupo cívico Participación Ciudadana no vacila en descalificar estas acciones, por su falta de transparencia y evidente interés de privilegiar a amigos y allegados de las entidades convocantes.

Las licitaciones de urgencia más recientes tienen la finalidad de adquirir desde camionetas hasta equipos de hospital, mobiliario y productos para fiestas navideñas. Este diario publicó ayer en su página 6A una información que identifica a las dependencias estatales autoras de los avisos. En todos los casos se trata de necesidades programadas y previstas en los respectivos presupuestos, por lo que no responden al carácter de urgencia que se les atribuye.

Estas maniobras violan el espíritu de la Ley 340-06, que traza las pautas a seguir en las compras y contrataciones del Estado, con el propósito de garantizar la transparencia de estos actos. Es necesario imponer el cumplimiento de estas reglas y descontinuar estas convocatorias a licitación cuyo carácter de urgencia no se justifica de ninguna manera.

Hay que bajar las tensiones

En las primarias efectuadas el domingo por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para la selección de un reducido número de candidatos a posiciones municipales y del Congreso, se produjeron incidentes que dejaron dos muertos y al menos una decena de heridos. La abundancia de armas entre militantes de distintas preferencias jugó su papel para que se produjeran sucesos deplorables.

La alta dirección del PLD deberá hacer un trabajo a fondo, que permita aligerar las pasiones, creadas, entre otras causas, por despojos o desplazamientos de aspirantes a cargos electivos. Una tarea pendiente es investigar las denuncias sobre presuntas irregularidades y aplicar los correctivos necesarios. No sería saludable que el clima político se contamine con las tendencias violentas que abundan en la sociedad.

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