El ser humano debe lograr un equilibrio entre cuerpo y mente. Así como las personas se preocupan por comer saludable, ejercitarse y por asistir a sus citas médicas de medicina general, odontología, dermatología… de forma periódica, también es importante prestarle atención a la salud mental.
Y es que de acuerdo a información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de mil millones de personas en el mundo viven con un trastorno mental. Además, la pandemia por el coronavirus no solo ha tenido efectos económicos, sociales, políticos… también repercusiones importantes en la salud mental de las personas.
La OMS describe la salud mental como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
En tal sentido, el psiquiatra César Mella explica que la salud mental individual está determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos. Por ejemplo, las presiones socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo bien conocido para la salud mental de las personas y las comunidades.
Las pruebas más evidentes están relacionadas con los indicadores de la pobreza, y en particular con el bajo nivel educativo.
Es por ello que según el doctor Mella, la mala salud mental se asocia asimismo a los cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala salud física y a las violaciones de los derechos humanos.
Por lo tanto, un ambiente de respeto y protección de los derechos civiles, políticos, socioeconómicos y culturales básicos es fundamental para la promoción de la salud mental.
Sin la seguridad y la libertad que proporcionan estos derechos resulta muy difícil mantener un buen nivel de salud mental.
“Para cuidar la salud mental es fundamental la educación, que exista un ambiente de justicia social donde la gente tenga derecho a comida, al trabajo y donde pueda vivir sin incertidumbre y sin miedo”, asegura el doctor Mella.
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Evitar deterioro
Las políticas públicas de salud mental no deben ocuparse únicamente de los trastornos mentales, sino reconocer y abordar cuestiones más amplias que fomentan la salud mental como la incorporación de la promoción de la salud mental a las políticas y programas de los sectores gubernamental y no gubernamental. Además del sector de la salud, es esencial la participación de los sectores de la educación, el trabajo, la justicia, el transporte, el medio ambiente, la vivienda o la asistencia social.
“La salud mental también puede verse dañada por factores como: el alcoholismo, la falta de rigor en la educación de los niños, la falta de acceso a servicios de salud y sobre todo la incertidumbre”, dice el psiquiatra.
¿Sabes cómo alcanzar el bienestar mental, además de hacer yoga y meditar en las mañanas?
Hábitos que nutran: nutrir la mente con contenidos, música y prácticas sanas que te inviten a la relajación, la paz y la tranquilidad. Realizar actividades físicas mínimo tres días a la semana. Destina 20 minutos para que tu cerebro segregue adrenalina, haciendo ejercicio o practicando algún deporte.
A lo largo de tu vida intenta siempre construir y potenciar relaciones sanas y duraderas.
Realizar labores altruistas. No hay nada que regocije y llene más el corazón que dar la mano y prestarle ayuda a quien lo necesite.
Conciliar la vida familiar con la laboral, tomar descansos regulares, aprender a decir no y limitar las horas extras de trabajo.
Muchos problemas de salud mental surgen por la falta de tiempo, la ansiedad que se genera a la hora de cumplir las labores del día o la depresión por no haberlas cumplido.
También es muy importante aprender a manejar las emociones. La sanidad emocional es importante para que el alma encuentre calma, refugio y poder lograr expresar las emociones de manera asertiva.