Urgente: Torrente Patriótico

Urgente: Torrente Patriótico

DIÓMEDES MERCEDES
Teniendo como lema «La Patria es el Pueblo» y ratificando el Compromiso de Honor que el 12 de junio firmamos para conectar nuestra labor con la gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo del 1959, este 26 del mismo mes, los mismos hombres y mujeres, ante los restos de estos mártires y ante los del héroe nacional Manolo Tavárez y de los guerrilleros con el sublevados contra el golpe de Estado de 1963, presentamos a la nación, desde sus tumbas, el lema, él símbolo, la bandera, y el nombre del Torrente Patriótico.

¿Por qué así? Porque las tareas políticas y sociales a llevar a cabo por la restauración de la nación, necesitan de la unidad y el empuje de los más libres y acrisolados espíritus de las mujeres y hombres de hoy en el país; y porque después de Duarte, no existen otros paradigmas como ellos para iniciarnos y continuar su mística en la obra de la reconquista de la república y coronar esta con un gobierno en el poder que sea fiel al lema «La Patria es el Pueblo».

Nuestros símbolos además del lema son: verde patriótico, el color del lienzo de nuestra bandera, con nuestro logo, un corazón hecho con dos trazos de color rojo reluciente, que terminan convergentes pero sin tocarse en la punta inferior, logo colocado en el centro visual del lienzo, con una inclinación hacia la izquierda de 20 grados. El lienzo es liviano y con el verde del patriotismo de nuestro pueblo, el de sus luchas y esperanzas. El rojo simboliza el recordatorio de la sangre derramada y del sudor laborioso de quienes con su valor, energías y talento, en la gran división histórico-social del trabajo han construido sobre nuestro territorio el país que somos, herencia que sólo a los dominicanos pertenece y del que nos están despojando masavimante con artimañas políticas, económicas, jurisprudenciales y presión militar, más acuerdos interestatales con Estados con los que el pueblo es condenado y vendido por el servillismo de su Estado a una potencia extranjera. ¿Donde están hoy el coronel José Contreras y el Capitán Máximo Cabral?

Ante tan extremas circunstancias, poniendo al servicio de la causa de la patria, personas, bienes y vidas, recogiendo la dignidad abandonada por el gobierno, los gestores del movimiento patriótico, que en mayoría hemos renunciado a candidaturas o posiciones en el Estado, para evitar que alguien pueda confundirse en cuanto a los objetivos a los que nos hemos consagrado, asumimos la siguiente misión: unificar toda persona, asociaciones, entidades políticas, sectores progresistas, patrióticos y revolucionarios, a los militares fieles a su lealtad a la patria y llamar a la unidad a los segmentos éticos de los corrompidos partidos (PRSC, PRD, PLD) convocándolos al rescate de la soberanía nacional y de nuestra independencia, para que tomen el poder del Estado y organicen la nación contra la dependencia, el subdesarrollo y nuestra pobreza, garantizando en el proceso la seguridad, la libertad y la paz.

Firme carácter, valor, ética, sensibilidad humana, amor e integridad con uno mismo y hacia los demás, más una dosis de coraje, son imprescindibles para encarnar en pocos, todas las energías, la vocación y las necesidades de un pueblo desvalido, venido a menos cada día más en todos sus sectores, excepto en sus élites anexionistas y delincuenciales dominantes. El pueblo reclama que le devolvamos el decoro, sacándolo de la desmoralización infundida, de la corrupción, de la violencia y del envilecimiento adoptados como modos de subsistencia igual que el uso de emigración y fuga de nuestros nacionales, que escapan de la desesperanza y del estrés agudo que padecemos quienes vivimos en el país.

Por nuestro desarrollo, seguridad, paz y vida, por amor, pongamos nuestros corazones a latir junto al del Torrente Patriótico. «Es justo y necesario». ¿Somos ciegos? ¿No vemos nuestra ruina, que se agudizara con la reforma fiscal y las consecuencias de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC)? ¿No vemos nuestro despojo y desplazamiento, la nueva anexión, lo servil del bloque social dominante o la labor de Monseñor Agripino Núñez Collado en esa dirección, personaje al que los católicos deberían arrancarle la sotana por articulador de males contra nuestra sociedad?.

Actuemos correctamente para que no sea necesario en nuestra historia otro capítulo de inmolación ni otra guerra civil; para que el país renazca, actuemos ahora, para que la fuerza de la mayoría lo impida, haciendo prevalecer la soberanía hoy vendida por limosnas, protegiendo de antemano los actos criminales eventuales del personal militar norteamericano cometidos contra ciudadanos de la República Dominicana, con inmunidad y exoneración de culpas. ¿Qué clase de gobierno nos damos? Nos despojan y nos asesinarán sin nación local o internacional. ¡UNAMONOS!

No queda otro tiempo para hacerlo. Parece tarde, pero aún podemos.

Querrán mancillarnos y catalogarnos como «terroristas», desde los Estados Unidos, el gobierno, las fuerzas represivas y la propaganda suyas. ¡Ahí está Sánchez fusilado por Santana en el cercado! Si el destino se repitiera, si así ocurriese, el futuro triunfo de la nación, nos reivindicará. ¡Animos!

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