BOGOTA, (AFP) – El presidente colombiano, Álvaro Uribe, acusó a las FARC de urdir un engaño frente al canje de rehenes, revelando su preocupación por el protagonismo que cobra la guerrilla a través de la mediación que cumplen Venezuela y Francia, señalan analistas.
En vísperas de su viaje a la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, donde se reunirá hoy con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, para dialogar sobre el canje, Uribe aseguró que las FARC no quieren liberar a los secuestrados sino aprovecharse de la mediación internacional para recuperar espacio político.
«Hemos sabido que estos señores de las FARC no están interesados en liberar a los secuestrados sino en utilizar la nueva opción que se ha abierto para hacer política, lo que no vamos a permitir», sostuvo, y se justificó indicando que el grupo persiste en el terrorismo.
Uribe reiteró su decisión de intentar el rescate militar de los 45 cautivos: la política francocolombiana Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y decenas de políticos y militares a quienes las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) quieren canjear por 500 rebeldes presos.
«Con esta descalificación, Uribe está preparando su eventual retiro del canje si las cosas no funcionan o si pierde el control del proceso», dijo a la AFP Fernando Giraldo, ex director de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana.
El intercambio daría la libertad a personas que están a punto de cumplir 10 años de cautiverio.