BOGOTA (AP).- «El problema de Colombia no es con Venezuela, sino con las FARC»», afirmó el presidente Alvaro Uribe al comentar la crisis en las relaciones entre ambos países a raíz de la captura en Caracas del dirigente guerrillero Rodrigo Granda. La entrevista fue concedida el domingo a la Radio Voz de América, extractos de la cual fueron difundidos aquí el martes por Radio Cadena Nacional (RCN). La Voz de América la dará a conocer completa el jueves.

Uribe reivindicó el derecho de Colombia de buscar y capturar a los dirigentes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que ha sido incluida en los listados de grupos terroristas por Estados Unidos y la Unión Europea.

«El pueblo colombiano tiene el derecho a que le quitemos de encima esa pesadilla que durante tantos años le afectado que es el terrorismo»», agregó Uribe, manteniendo su línea de conducta de no hacer comentarios directos sobre la crisis.

El mandatario reiteró lo expuesto en dos comunicados oficiales del Palacio Presidencial sobre la naturaleza de terrorista –no de dirigente político de oposición– del jefe guerrillero Rodrigo Granda, que tras ser capturado por un comando en Caracas el 13 de diciembre fue detenido en Cúcuta, al día siguiente.

Granda, conocido como el «canciller»» de las FARC por su infatigable tarea diplomática en favor de la guerrilla durante los últimos diez años, está acusado en Colombia de rebelión y de contrabando de armas para la insurgencia.

«Una cosa es la oposición política y otra el terrorismo. Una cosa es un dirigente supuestamente de izquierda, autoproclamado de izquierda que sea dirigente de oposición y otra cosa es un terrorista. No hay que confundir lo uno con lo otro»», comentó Uribe en apartes de la entrevista.

«A la oposición hay que respetarle todas las garantías y a los terroristas hay que derrotarlos. Una cosa esa una dictadura y otra cosa es un gobierno democrático comprometido en la derrota del terrorismo. El nuestro es un gobierno profundamente democrático comprometido en la derrota del terrorismo»», agregó.

Uribe desde que tomó el mando el 7 de agosto de 2002 emprendió un combate frontal a los grupos guerrilleros, montó un programa de generosas recompensas para quienes suministren información que permita la captura de los dirigentes rebeldes y ha denunciado que algunos de ellos se refugian en Venezuela y otros países.

Granda fue capturado mediante el pago de una recompensa por un monto no revelado, que el gobierno venezolano califica de «soborno»», para que fuera capturado en Caracas y enviado a Colombia por un comando integrado aparentemente por miembros de las fuerzas militares venezolanas.

El presidente Hugo Chávez dijo que esta operación violó la soberanía venezolana y por lo tanto exigió a Uribe una disculpa pública para normalizar las relaciones entre ambos países.

En medio de esta crisis, países como Brasil y Perú han ofrecido sus buenos oficios para ayudar a Colombia y Venezuela a normalizar sus relaciones.