Uribe agita debate electoral

Uribe agita debate electoral

BOGOTA (AFP).- El presidente colombiano, Alvaro Uribe, desvió hacia sus antecesores las críticas por su supuesta benevolencia con los paramilitares caldeando, de paso, la naciente campaña electoral en la que busca su reelección y en la cual esos grupos adquieren cada vez mayor relevancia.

En un acalorado discurso ante los policías, Uribe se defendió el jueves de los señalamientos de que ha sido blanco a raíz del caso de Diego Murillo, el jefe paramilitar acusado del asesinato de un político y que permanece detenido en una hacienda donde, según el Ministerio Público, goza de un trato preferente.

Apoyado en los resultados del combate contra la ultraderecha, el mandatario lanzó nuevos dardos contra sus antecesores por supuesta inoperancia frente a esos grupos y les pidió que aclararan si en el pasado se aliaron con Murillo para enfrentar al fallecido capo del narcotráfico Pablo Escobar.

Sin mencionarlo directamente, Uribe atacó a César Gaviria, bajo cuya presidencia (1990-1994) fue abatido Escobar con el apoyo de Estados Unidos y narcotraficantes rivales del capo, entre ellos Murillo, quien se presenta ahora como uno de los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que negocian la paz con el Gobierno.

«Como presidente de Colombia me he propuesto, con la Fuerza Pública, derrotar a los terroristas, sin aliarnos con otros terroristas», declaró enfático el mandatario.

Tras su paso por la secretaría de la Organización de Estados Americanos (OEA), Gaviria regresó al país para ocuparse de la dirección del Partido Liberal, desde donde se perfila como eventual contendor de Uribe en los comicios de mayo de 2006.

Al responder a los cuestionamientos, Gaviria puso el dedo en la llaga este viernes señalando que Uribe «parece sistemáticamente empeñado en poner al país a pensar en el pasado porque no quiere referirse al presente».

«Ya en otras ocasiones he dicho que el candidato es él y no yo», escribió en un comunicado, mientras el también ex jefe de Estado Andrés Pastrana (1998-2002) instó a su sucesor a denunciarlo públicamente si tiene pruebas del trato con narcotraficantes.

«Si con sus acusaciones se ha propuesto entablar una controversia, le ruego que señale públicamente tal como su cargo y condición se lo demandan a su legítimo contradictor», manifestó Pastrana en un comunicado, en el que cuestionó «los privilegios personales y secretamente concedidos» al líder paramilitar.

Para analistas, el cruce de críticas debe entenderse como el inicio en firme de la campaña de Uribe para obtener la reelección, a la cual aún le resta la aprobación de la Corte Constitucional para ser incorporada en la Carta política.

«Cuando un presidente se compara con otros gobiernos es porque está en campaña, y lo lamentable es que lo haga valiéndose de actos públicos de gobierno y sin que aún se hayan definido las reglas de juego para los demás aspirantes», dijo a la AFP Fernando Giraldo, politólogo de la Universidad privada Sergio Arboleda.

Según Giraldo, el contexto político hace prever que los paramilitares intenten inclinar la balanza en favor de Uribe a través de la presión que pueden ejercer sobre los electores en sus zonas de influencia.

«Si en las pasadas elecciones jugaron un papel destacado, en las que se avecinan van a ser un factor incidente de primer orden y más cuando el Gobierno pretende que sean reconocidos como delincuentes políticos», expresó.

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