BOGOTA (AP).- El presidente Alvaro Uribe enfrenta una rebelión en el Congreso en donde la oposición, en alianza con grupos oficialistas, derrotaron al gobierno en su proyecto de aumentar los impuestos para sortear la crisis fiscal y además se hundió un estatuto de garantías para la oposición.

   «No se ha caído el mundo, fue un mal momento»», dijo el senador Carlos Holguín, presidente del Partido Conservador, el principal aliado del gobierno de Uribe, tras los fracasos legislativos el martes.

   Holguín recordó que los conservadores habían advertido que no respaldarían el aumento de los impuestos, después de aprobar tres reformas tributarias en los primeros dos años del gobierno de Uribe.

   «El debate sobre la reforma tributaria queda aplazado para el año entrante y el gobierno deberá reducir el presupuesto al no contar con los ingresos proyectados»», dijo el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla el martes en la noche.

   El gobierno esperaba recibir alrededor de 1,5 billones de pesos (600 millones de dólares) con el aumento del impuesto a las ventas, para financiar programas de desarrollo social y reducir en ese monto el presupuesto.

   Dirigentes oficialistas y de la oposición dijeron que el gobierno ha obtenido recursos extraordinarios con el aumento de la recaudación de impuestos, los ingresos récord por exportaciones de petróleo y carbón y reducción de los pagos de la deuda externa debido a una revaluación del peso del 12% en este año.

   Otros aseguraron que los legisladores están ya mirando hacia su reelección y no están dispuestos a aprobar leyes impopulares para aumentar impuestos que les pueden restar votos.

   «El IVA (impuesto al valor agregado) es hueso duro de roer y los congresistas están mirando a las elecciones del 2006 y por eso murió la reforma tributaria»», dijo el veterano senador oficialista Víctor Renán Barco.

   Otro proyecto de importancia que no pudo ser aprobado en tercer debate fue el estatuto de la oposición, por la ausencia de varios senadores oficialistas.

   Esta legislación fue ofrecida por el gobierno y las mayorías oficialistas en contraprestación de equilibrio a la reelección presidencial aprobada el 30 de noviembre pasado, para que los candidatos de la oposición puedan enfrentar en igualdad de condiciones al presidente Uribe, si decide presentarse a un segundo periodo de cuatro años.

   La reforma constitucional que hace posible la reelección de Uribe debe someterse a conciliación de textos diferentes aprobados en la Cámara y el Senado, antes de quedar lista para la sanción presidencial y posterior revisión de la Corte Constitucional.

   Este proceso debe surtirse la próxima semana, la última del trabajo del Congreso, junto con otro proyecto de importancia para el saneamiento fiscal que elimina los regímenes especiales de pensiones y le pone límites a los abultados sueldos de retiro de que disfrutan los legisladores, magistrados de las cortes y funcionarios del gobierno.

   El presidente Uribe inició de inmediato consultas con los miembros de la bancada oficialista para asegurar la aprobación de la reforma de pensiones y la conciliación de la reforma constitucional de la reelección.