BOGOTA (AFP).- El gobierno de Colombia indultó este jueves a 23 guerrilleros de las FARC, en un nuevo intento por allanar el camino hacia un acuerdo de intercambio de secuestrados por rebeldes presos, aunque la decisión fue recibida en el país con cauteloso optimismo.

   El ministro del Interior y Justicia, Sabas Pretelt, y el alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, anunciaron en rueda de prensa la decisión de indultar a 23 miembros de las FARC condenados por el delito de rebelión, quienes podrán ingresar a un programa de reinserción a la vida civil.

   «Estas personas han sido indultadas por el delito de rebelión e ingresarán al programa gubernamental de reinserción. Se separan de cualquier posibilidad de seguir en la lucha armada y esperamos su reincorporación a la vida civil», explicó Pretelt.

   Por su parte, Restrepo -quien se abstuvo de identificar a los rebeldes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) beneficiados con la medida- aseguró que con «este acto unilateral de paz» el gobierno de Alvaro Uribe espera impulsar la firma del acuerdo.

   «El gobierno ha dado este paso de paz de conceder los indultos, pensando en los secuestrados, en las familias de los secuestrados. Este es un gesto de conciliación que también busca ofrecerle una nueva oportunidad a las personas que se benefician del indulto», dijo.

   Hacia las 13H30 locales (18H30 GMT), Restrepo llegó a la Escuela de Comunicaciones del Ejército, en Facatativa (70 km al oeste de Bogotá), adonde fueron llevados los indultados.

   La decisión fue recibida en Colombia con optimismo por familiares de rehenes en poder de esa guerrilla, la Iglesia y dirigentes políticos, pero también con prudencia.

   A mediados de noviembre pasado, las FARC rechazaron una propuesta oficial de negociar el acuerdo en una sede diplomática en Bogotá y reiteraron su exigencia de desmilitarizar dos municipios del sur del país -de un total de 31.000 km2-, lo que el gobierno considera inviable.

   «Espero que esto ya se haya negociado con las FARC porque estas cosas tienen que ser previamente negociadas para que no se dañen, pero tengo esperanza», dijo Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, cautiva desde el pasado 23 de febrero de 2002.

   Por su parte, Fabiola Perdomo, vocera de los familiares de 12 diputados secuestrados en el departamento del Valle (sur), dijo recibir «con agrado» la decisión del gobierno.

   «Es un paso importante y un mensaje que da el gobierno a las FARC de que tiene voluntad política para hacer el acuerdo humanitario. Creo que gestos unilaterales como este, del gobierno, abren ese camino al acuerdo. Seguimos esperando un pronunciamiento de las FARC para que reconsideren su posición y le presenten al país una propuesta», concluyó.

   El comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Ospina afirmó, a su turno: «Es un gesto de nuestro gobierno que nosotros entendemos y apoyamos. Las FARC tienen una oportunidad, aunque por lo general han actuado torpemente».

   La Iglesia Católica, que impulsa el acuerdo, celebró el anuncio. «Recibimos esa noticia con alegría y sentimientos de esperanza. El pueblo colombiano ha estado a la espera de gestos como éste. Puede ser el comienzo para que las FARC tengan gestos de altura y liberen a los secuestrados», aseguró monseñor Fabián Marulanda, secretario de la Conferencia Episcopal.

   Sectores del Congreso también reaccionaron de inmediato. «Este hecho es un claro mensaje a la comunidad internacional y a la sociedad con el fin de estimular el acuerdo humanitario. Ahora les llegó el turno a las FARC de mostrar resultados», opinó el senador José Renán Trujillo.

   «El gobierno ha hecho todos los esfuerzos para que la guerrilla entre en razón y llegue a un nuevo diálogo. Pero un diálogo sin condiciones y en ese sentido soy pesimista sobre la respuesta que den las FARC», opinó por su parte el congresista Juan Gómez.

   Las FARC y el gobierno han mantenido posiciones distantes sobre la manera en que debe realizarse el pacto humanitario, pese a que en los últimos meses se incrementaron las comunicaciones de uno y otro lado en busca de facilitar una negociación.