Uribe inicia traslado de cárcel a rebeldes FARC

Uribe inicia traslado de cárcel a rebeldes FARC

CHIQUINQUIRA, Colombia,  (AFP).- Un total de 187 guerrilleros de las FARC habían llegado hasta la noche de ayer a la cárcel de la población de Chiquinquirá (centro), dentro del proceso de excarcelación masiva decidido por el gobierno colombiano, informaron fuentes oficiales a la AFP en el lugar.

 Los insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) que han llegado a la prisión de Chiquinquirá provienen de 50 cárceles diferentes del país en las que se encontraban recluidos.

 El traslado se inició el viernes, y hasta el inicio de la noche del sábado habían ingresado 187 miembros de las FARC, entre ellos 10 mujeres, y se espera que en el transcurso de las próximas horas el número sobrepase los 200, según indicaron a la AFP responsables del proceso.

 Sorpresivamente, en la tarde del sábado llegó a la cárcel de Chiquinquirá el alto comisionado de paz del gobierno, Luis Carlos Restrepo, quien sostuvo diálogos con los presos dentro de los autobuses que los trasladaron a la prisión.

 Según indicó a la AFP un funcionario de ese despacho, Restrepo les explicó a los guerrilleros el propósito del gobierno con la excarcelación masiva, al tiempo que les respondió las inquietudes que ellos le formularon.

 También les informó sobre la ayuda que el gobierno les va a prestar una vez recuperen la libertad.

 Entre tanto, dentro de la cárcel, un total de 208 funcionaros gubernamentales realizan el estudio de la situación jurídica de cada uno de los guerrilleros ingresados para establecer si pueden beneficiarse del indulto que el presidente Alvaro Uribe tiene previsto concederles, señaló otra fuente.

 El viceministro del Interior y Justicia, Guillermo Rey, dijo por su parte que a partir del martes se iniciará el traslado de los primeros guerrilleros que serán indultados a una colonia agrícola en el departamento de Tolima (centro), desde donde -según lo previsto- quedarán formalmente en libertad, una vez el presidente firme los decretos de indulto respectivos.

 Asimismo el presidente Alvaro Uribe no parece dejar dudas sobre su decisión de rescatar a rehenes de FARC

La reciente operación de búsqueda de Íngrid Betancourt y sus compañeros de cautiverio en las selvas del este de Colombia parece no dejar dudas sobre la decisión de Álvaro Uribe, el presidente del país, de ir al rescate de los secuestrados por la guerrilla de las FARC.

Es una opción que Uribe ratifica con frecuencia desde que llegó al poder en agosto de 2002 y que, siempre, aviva el rechazo de las familias de los rehenes al intento de liberación por la vía militar, que temen por el riesgo de un desenlace fatal.

Pero muchos se preguntan si no será como buscar una aguja en un pajar, sobre todo en el caso de la colombiano-francesa Betancourt y los estadounidenses Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves, cautivos junto a ocho colombianos en selvas de la cuenca amazónica.

Los doce eran compañeros de John Frank Pinchao, el policía que el pasado 28 de abril logró huir de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y llegar, después de 17 días de caminata, a Pacoa, remota aldea al sur de Mitú, ciudad en la que esta guerrilla lo había secuestrado el primero de noviembre de 1998. La marcha de Pinchao corrió de forma paralela con una operación militar que fue planificada en horas, tan pronto como los militares supieron de su fuga.

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