GRANADA, Colombia (AP).– A 29 se incrementó la cifra de militares muertos en un ataque de las FARC y el presidente Alvaro Uribe anunció una ofensiva militar y la destrucción total de los cultivos de coca con los cuales los rebeldes se financian. «Nos duele muchísimo que en esta acción táctica hayamos perdido 29 compatriotas del ejército. Nos duele muchísimo y reconocemos este revés que nos duele muchísimo pero no nos desanima’’, expresó Uribe en rueda de prensa luego de reunirse con la cúpula de las fuerzas armadas para examinar lo ocurrido.

Advirtió que «con renovadas energías y ánimo de victoria continuamos nuestras operaciones y tenemos que derrotar’’ a las una Fuerzas Armadas Revolucionarias, de Colombia, FARC.

Unos 350 guerrilleros aprovecharon que los militares estaban a inmediaciones de un campo minado en el que quedaron acorralados y los atacaron con artillería, causándoles 29 bajas y al menos tres soldados sufrieron heridas graves.

El número de víctimas subió al aparecer muerto un soldado que se consideraba desaparecido.

El ejército afirmó que también murieron cinco insurgentes en el choque, registrado en una área rural de Vista Hermosa, a unos 170 kilómetros al sur de Bogotá y a 50 de Granada, en donde está la principal instalación militar de la zona, que albergó al presidente y sus jefes militares.

Uribe agregó que «el mundo debe saber lo siguiente: que los parques naturales como La Macarena han sido violados por el narcoterrorismo de las FARC con 3.000 o 4.000 hectáreas de coca sembradas’’.

El gobernante afirmó, con semblante adusto y gestos enérgicos, que los rebeldes «nos han desafiado y nos dicen que no nos dejan arrancar la coca… (pero) nos estamos preparando y el 20 de enero empezaremos esta tarea en La Macarena’’ en donde concentrará a 60 grupos de erradicadores de esos cultivos ilícitos.

«No saldrán hasta que tengamos arrancada manualmente la última mata de coca’’, afirmó.

Una de las misiones que cumplía el pelotón militar atacado el martes, era proteger a un grupo que destruía una plantación ilegal en esa parte del parque La Macarena, en donde no se efectúan fumigaciones aéreas por los efectos adversos que tienen en el ambiente.

La retaliación al ataque, el más letal desde que Uribe asumió la presidencia, comprende la captura de milicianos simpatizantes de las FARC en las regiones urbanas aledañas, recompensas a quienes ayuden a desmantelar la producción de cocaína en la zona y a los rebeldes que se entreguen con su arma e información.

El presidente mencionó que pese a aceptar la propuesta de tres países europeos de despejar militarmente una zona para debatir un acuerdo humanitario en el que las FARC canjeen a 59 personalidades por cientos de rebeldes presos, la respuesta del grupo rebelde «ha sido asesinar miserablemente a los integrantes de la fuerza pública’’.

Uribe se refirió al grupo armado como «terroristas financiados por el narcotráfico y el mundo nos tiene que acompañar en la tarea que corresponde al estado de derecho de derrotarlos’’.

En tanto, en el cementerio de Vista Hermosa se realizaban las exequias de tres de los soldados muertos en el ataque y el resto serían entregados en el transcurso del día a sus familias.

Las FARC, con más de 12.000 miembros, son la principal guerrilla de Colombia que lucha desde hace 41 años por tomarse el poder para imponer un gobierno marxista.