Uribe no combatirá con izquierdistas regionales

Uribe no combatirá con izquierdistas regionales

Por Andy Webb-Vidal
En Bogotá
La reelección de Álvaro Uribe como presidente de Colombia, anuncia lazos más estrechos con Estados Unidos, pero los halcones de Washington que esperan que Colombia desarrolle un papel más activo contrarrestando el populismo radical de la región, pudieran verse defraudados.

El señor Uribe ganó 62.2% de los votos el domingo, lo cual lo convierte en el primer presidente colombiano en un siglo que asume el mando dos periodos consecutivos, un respaldo sonoro de los electores a sus duras políticas de seguridad.

Éxitos como la reducción del crimen, el rechazo de los insurgentes izquierdistas hasta las áreas selváticas remotas y la desmovilización de los paramilitares, se deben en parte al Plan Colombia, el programa anti-narcóticos financiado por Estados Unidos.

Sin embargo, el Plan Colombia, que nació bajo la administración Clinton y ha visto cómo más de US$3 millardos, principalmente en ayuda militar, han sido inyectados al país, está próximo a caducar. 

Una de las prioridades del señor Uribe es conseguir su continuidad. Se necesita nueva ayuda, para que el señor Uribe cumpla su promesa del discurso proclamando la victoria el domingo de “avanzar hacia una Colombia segura” y poner fin a la insurgencia más antigua de América Latina durante los próximos cuatro años.

Andrés Pastrana, el embajador de Colombia en Washington y antecesor del señor Uribe, bajo cuyo mandato se creó el Plan Colombia, dijo que mientras se necesita ayuda militar para mantenerlo, también se requieren recursos para el desarrollo social.

“El Plan Colombia es un éxito, pero solo estamos a medio camino. Necesitamos el respaldo de EEUU para una segunda fase del Plan Colombia”, dijo el señor Pastrana al Financial Times. “Deseamos que las inversiones que se hacen a través del Plan Colombia sean más flexibles”.

Puede que eso esté en los planes. La semana pasada, Jim Kolbe, presidente del sub-comité del Congreso de EEUU para operaciones en el exterior, instó a transferir parte del presupuesto anti-drogas de 2007 para Colombia a cuentas regulares de ayuda, una medida que sitúa a Colombia como un “socio estratégico”, junto a México, Israel y Egipto. 

Una mayor flexibilidad en la asignación de recursos de EEUU pudieran emplearse para ayudar a los campesinos en dificultades a encontrar alternativas al lucrativo cultivo de fuentes de drogas.

También entre los tópicos más importantes de la orden del día del señor Uribe en los próximos meses estará lograr la aprobación en el Congreso y el Tribunal Constitucional de un tratado de libre comercio negociado recientemente con EEUU, el principal socio comercial de Colombia. 

Pero la clasificación potencial de Colombia por parte de EEUU como un “socio estratégico”, no es muy probable que impulse al señor Uribe a actuar como un contrapeso más potente de EEUU ante la expansiva influencia de los populistas de tendencia izquierdista de la región, como Hugo Chávez, el presidente de Venezuela y Evo Morales, el presidente de Bolivia, dicen algunos expertos.

 “La reelección de Uribe demuestra que la ola rosada de izquierda no se ha tragado el continente completo, pero eso no sorprende porque Colombia es una sociedad altamente conservadora”, dice Myles Freschette, un ex-embajador norteamericano en Bogotá.

 “Pero si hay gente en EEUU que cree que Uribe pudiera ser un paladín de los intereses de EEUU en la región, están lamentablemente equivocados”, añadió el señor Frechette. “El está concentrado para hacer todo lo que pueda dentro de Colombia”.

 “Uribe no va a salir a combatir con Chávez”.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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