BOGOTA (AFP).- El presidente colombiano, Alvaro Uribe, dijo este sábado que venció el ultimátum dado por su gobierno a los paramilitares en el este del país para que se desmovilicen, y ordenó a las Fuerzas Armadas emprender una ofensiva con el fin de derrotar a esos grupos de extrema derecha.

   En un enérgico discurso en el oriental municipio de Acacías, en el departamento de Meta, Uribe manifestó a la fuerza pública que esa región debe estar libre de guerrilleros de las FARC y de paramilitares.

   «Vengo a decirle a la fuerza pública que los paramilitares del Meta se desmovilizan o se les acaba militarmente», afirmó.

   El mandatario agregó que «estos ultimátum no tienen plazo, no son para que se cumplan mañana o pasado mañana, se debieron cumplir ayer».

   «Entonces distinguidos comandantes e integrantes de la fuerza pública, con la fuerza que tienen aquí, con los refuerzos que han llegado a la policía, con el bloque de búsqueda, manos a la obra; o los paramilitares se desmovilizan de inmediato o se les derrota militarmente», advirtió.

   Uribe manifestó que esa es la obligación del Estado en «un país que honra su Constitución, en un país que no está dispuesto a que nos enreden los violentos de una o de otra pelambre, cualquiera sea su discurso».

   El gobierno lanzó a comienzos de agosto un ultimátum a cuatro facciones paramilitares que operan en el este del país para que se concentraran y procedieran a su inmediata desmovilización, so pena de romper con éstas los diálogos de paz.

   La advertencia fue dirigida a las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC) y el Bloque Centauros (BC), que libran entre sí una guerra a muerte y a finales de agosto se acusaron de estar violando una tregua a la que se comprometieron con el gobierno en el plan de paz que llevan a cabo por separado.

   El gobierno señaló asimismo que debían desmovilizarse las Autodefensas del Meta y Vichada y el Bloque Vencedores de Arauca, que al igual que el BC llevan a cabo diálogos de paz con el gobierno como parte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que reúnen al 95% de los cerca de 20.000 paramilitares del país.

   Tras el ultimátum, las AUC anunciaron el desarme de las tres facciones -que agrupan a unos 6.000 combatientes- sin precisar fechas.

   Las ACC, conformadas por unos 700 hombres, también dijeron que estaban dispuestas a concentrar sus tropas.

   Sin embargo, la violencia en Meta recrudeció en los últimos días con los asesinatos de un ex gobernador de ese departamento, un ex candidato a ese cargo y una diputada provincial.