Uribe rechaza canje con guerrilleros

Uribe rechaza canje con guerrilleros

BRUSELAS (EFE).- El presidente colombiano, Alvaro Uribe, rechazó ayer un «canje» entre los secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los guerrilleros encarcelados, pero aseguró que la vía de la negociación está abierta siempre que cesen las hostilidades.

«No se puede hablar tan tranquilamente de ese canje» y por eso, «pido a la comunidad internacional que presione a las FARC para que libere a los secuestrados», aseguró Uribe en rueda de prensa en la primera jornada de su visita a Bruselas.

El presidente colombiano insistió en que «no podemos hacer una negociación que fortalezca a los terroristas» y «el acuerdo humanitario equivale a aceptar sus condiciones».

Como ejemplo, dijo, «si Hitler viviera y tuviera campos de concentración en Europa, pienso que la prensa europea no estaría pidiendo acuerdos humanitarios, sino que lo derrotasen».

En términos similares se expresó el presidente colombiano al término de la reunión que esta tarde mantuvo con el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de los Quince, Javier Solana, en su despacho del Consejo de ministros de la UE.

Allí, Uribe subrayó que hay que reconocer la diferencia entre los secuestrados que tienen las FARC, que «son ciudadanos de bien» y los guerrilleros que están en las cárceles «que son terroristas».

Hay que reconocer el dolor de las familias de los secuestrados, según el presidente, quien aprovechó la ocasión para pedir a toda la comunidad internacional «que se vuelque a exigirle a las FARC que libere a los secuestrados, a los que ha tenido sicológica y físicamente torturados en la selva colombiana».

Al margen de este asunto, Uribe y Solana hicieron balance de las relaciones bilaterales y de todos los asuntos de interés mutuo, «los duros y los blanditos», precisó el presidente colombiano.

Alvaro Uribe, que hoy ha iniciado una gira por Europa para defender su política de seguridad y su lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, transmitió a Solana la necesidad de «apresurar ese acuerdo de comercio entre la UE y la CAN (Comunidad Andina de Naciones)», similar a los que los Quince ya cerraron con México y Chile, y ahora negocian con Mercosur (Mercado Común del Sur).

También le pidió que la UE «nos ayude en el proceso de desmovilización» y desmilitarización, en la puesta en marcha de más proyectos a favor de la sociedad civil como los llamados ‘laboratorios de paz’ promovidos por la UE y en el programa de «guardabosques».

Este último programa tiene como objetivo recuperar la parte de la selva colombiana que quedó destruida por las plantaciones de droga, a través del ofrecimiento de alternativas a los campesinos para recuperar la selva y mantenerla libre de droga.

Tras escuchar todas sus propuestas e iniciativas, Javier Solana aseguró que «vamos a hacer todo lo posible por cooperar de la manera más intensa con un país amigo, muy próximo a Europa, con el cual queremos tener relaciones profundas».

El encuentro con Solana se produjo después de que ambos presidieran la ceremonia de la firma de un acuerdo entre Colombia y Europol (Oficina Europea de Policía), protagonizada por el máximo responsable de la policía colombiana, Jorge Castro, y el director de la Oficina europea, Jurgen Storbeck.

Este acto ha sido sólo uno de los muchos que completaban la apretada agenda del presidente colombiano, quien ha sido recibido en audiencia por el Rey Alberto II de Bélgica y también se ha reunido con los responsables de multinacionales y de las principales empresas belgas.

Mañana, martes, por la mañana, su primera cita será en la sede de la Comisión Europea, donde mantendrá un desayuno de trabajo con el presidente de esta institución, Romano Prodi, y con los comisarios de Exteriores Chris Patten y de Comercio, Pascal Lamy.

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