BOGOTA (AFP) – El presidente de Colombia Alvaro Uribe fue reelecto este domingo con un amplio respaldo del 62% de los votos y obtuvo un segundo mandato de cuatro años tras gobernar con mano dura frente a la guerrilla, política que reafirmó en su discurso de victoria.

Escrutado el 99,6% de las mesas de votación, Uribe -el principal aliado de Estados Unidos en América Latina-, conseguía 7,3 millones de votos, seguido de Carlos Gaviria del izquierdista Polo Democrático, con 2,6 millones (22%). Uribe se convirtió de esta forma en el primer mandatario en ejercicio en ser reelegido en Colombia en más de 100 años.

El mandatario reafirmó la vigencia de su política de seguridad en un prolongado discurso ante sus seguidores en un hotel de Bogotá, en el cual anunció que el lunes agradecerá su reelección en una misa ante la tumba de su padre, asesinado por la guerrilla de las FARC en 1983.

“La seguridad democrática ha empezado a recuperar las libertades que nos había arrebatado el terrorismo”, manifestó al agradecer a soldados y policías su labor para hacer frente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Por su parte el candidato de izquierda Gaviria, dijo que frente al triunfo del presidente Uribe “vamos a mantenernos como una fuerza opositora”.

La votación obtenida por Uribe es la mayor de un presidente en la historia del país y supera los 5,8 millones de votos con los cuales ganó en 2002.

La Registraduría Nacional informó que la votación total superará los 12 millones con una abstención cercana al 55%, ligeramente superior a la de hace cuatro años, en un país donde el voto no es obligatorio.

El candidato del partido Liberal, Horacio Serpa, reclamó garantías para ejercer la oposición y aunque admitió la derrota le pidió a Uribe “recomponer el rumbo” para evitar una catástrofe para el país. Su partido quedó relegado al tercer lugar y fue superado por primera vez por la izquierda en comicios presidenciales.

Uribe se enteró de su triunfo en las urnas en momentos en que estaba reunido con varios de sus ministros y de altos mandos de la cúpula militar, dijo a la AFP una alta fuente de la Presidencia.

“El presidente seguía desde el salón del Consejo de Ministros -en el palacio de Nariño (sede presidencial)- cada uno de los boletines de la Registraduría. Era enterado permanentemente por ese organismo y a través de los medios de comunicación. Obviamente está muy feliz”, dijo la fuente.

Uribe se encontraba reunido con varios sus ministros más cercanos y el vicepresidente, Francisco Santos.

El presidente, un abogado de 53 años, fue uno de los primeros en votar e hizo fila como un ciudadano común en una mesa instalada en un patio del Congreso, en el corazón de Bogotá.

En contraste con el ambiente sobrio en que votó el mandatario, Gaviria, de 69 años, sufragó en medio de la algarabía de centenares de seguidores que se congregaron frente al puesto de votación del colegio Salesiano de Medellín (noroeste), ciudad de la cual es oriundo.

La registradora del Estado Civil -responsable de las elecciones-, Alma Beatriz Rengijo, señaló que la votación se realizó normalmente en los 32 departamentos colombianos.

El ministro del Interior, Sabas Pretelt, indicó que las elecciones se derarrollaron  “en calma, a excepción de algunos hostigamientos” atribuidos a las guerrillas y en los que se reportó la muerte de cinco rebeldes.

La mayor guerrilla del país, las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) había anunciado que no sabotearía los comicios e invitó a votar a los colombianos por cualquier candidato diferente de Uribe.

La necesidad de negociar con las FARC, a las que había prometido derrotar cuando llegó por primera vez al poder en agosto de 2002, será un imperativo del segundo mandato de Uribe, según señalaron este domingo analistas.

“Uribe tendrá que replantear la política de seguridad. Es muy importante para el presidente destrabar el problema del intercambio humanitario que está clausurado y tratar de aproximar a las FARC a un esquema de negociación” dijo a la AFP el politólogo Vicente Torrijos.

Uribe anticipó horas antes de su triunfo que propondrá a las FARC negociar a la guerrilla y que responderá con amplitud cualquier gesto de paz de los rebeldes.