RIONEGRO, Colombia (AFP).- El presidente colombiano, Alvaro Uribe, reiteró este jueves a la guerrilla del ELN su propuesta sobre un cese al fuego bilateral como preámbulo a un proceso de paz, durante un encuentro con 29 miembros de esa guerrilla que se desmovilizaron el pasado martes.

   «Quiero repetirlo: si el ELN acepta un cese de hostilidades, el gobierno se compromete a no llevar a cabo operaciones militares en su contra mientras se respete ese cese de hostilidades», dijo Uribe en una base del Ejército en la localidad de Rionegro (400 km al noroeste de Bogotá).

   El mandatario también ofreció a los rebeldes la posibilidad de designar a delegados internacionales para que verifiquen el cumplimiento del alto al fuego, e insistió en que su propuesta de diálogo no supone el desarme inmediato del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista).

   «Que llamen a quien quieran de la comunidad internacional, de la comunidad nacional, para que garantice la seriedad de ese proceso, para que garantice el cese de hostilidades del ELN y el de las operaciones de la fuerza pública», señaló.

   «El ELN no se tiene que desmovilizar, no se tiene que desarmar. Lo que se requiere es un cese de hostilidades. La desmovilización o el desarme son puntos de llegada», subrayó Uribe en un saludo a los 29 insurgentes que desertaron en el departamento de Antioquia, donde está Rionegro.

   Uribe sostuvo que quiere «ofrecerle todas las posibilidades de paz al ELN» -segunda guerrilla del país con unos 4.000 efectivos-, y que su gobierno tiene «plena disposición» para negociar. También llamó al grupo a seguir el ejemplo de los combatientes que se desmovilizaron.

   El mandatario manifestó que la entrega de esos guerrilleros, que según el Ejército implicó la desaparición del histórico frente Héroes de Anorí, «no es un triunfo del gobierno ni de la fuerza pública», sino de ellos y sus familias.

   «Los felicito de todo corazón. Quiero decirles que el gobierno no toma esto como un triunfo propio, sino como un triunfo de ustedes, de sus familias, y como una gran posibilidad de paz», expresó.

   El líder de la célula guerrillera, Ramiro Ruiz, alias ‘comandante Eduard’, reiteró este jueves, durante el encuentro con Uribe, que desertó porque «la lucha armada en Colombia ya no tiene ningún sentido. Aquí ya no hay posibilidades de hacer una revolución», señaló a la prensa.

   El gobierno de Uribe y el ELN mantuvieron acercamientos de paz hasta abril último, cuando el grupo descalificó la mediación de México por el voto de ese país contra Cuba en la comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

   Sin embargo, el gobierno aseguró que las aproximaciones fracasaron por la negativa rebelde a declarar un cese de hostilidades como paso previo a la negociación.

   Uribe confirmó que 12.100 combatientes de la guerrilla y de los grupos paramilitares de extrema derecha han dejado las armas desde el inicio hace dos años de una campaña para promover la deserción.