NACIONES UNIDAS (AP).- El presidente colombiano Alvaro Uribe rechazó el miércoles las acusaciones de que su gobierno viola derechos humanos, afirmando en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que «la guerra sucia oficial no tiene cabida en nuestra política»».

   Por otra parte, denunció que la violencia terrorista en su país está agravando la miseria.

   «Un Estado democrático tiene el derecho de pedir al mundo que, en lugar de reclamar un acuerdo claudicante con el terrorismo, se exija a los terroristas devolver a los secuestrados»», dijo el mandatario ante la Asamblea General de la ONU, refiriéndose a la reciente negativa del gobierno colombiano a intercambiar con grupos irregulares rehenes por prisioneros.

   «Solicitamos al mundo más apoyo, más definido y más eficaz. Si este se da, los grupos violentos no tendrán más camino que abandonar el terrorismo y aceptar la paz»», agregó.

   Uribe reiteró su solicitud para que la ONU brinde mayor apoyo en la lucha contra el terrorismo en Colombia, y citando a «las viudas y huérfanos de la violencia»» se preguntó «¨Por qué se asigna tanta importancia al terrorismo en otras áreas del mundo y tan poca por parte de algunos al terrorismo que agobia a Colombia?»»

   «El terrorismo que sufre un país nutre y reproduce las redes del terror mundial. (…) Es difícil encontrar un país que enfrente semejante desafío terrorista y simultáneamente amplíe su democracia»», dijo el mandatario refiriéndose a su nación.

   El mandatario mencionó el esfuerzo tributario del 2% del PIB que los colombianos han aportado para financiar la seguridad y dijo que su país ha recibido «buen apoyo de los bancos multilaterales, pero requerimos más comprensión de los mercados financieros, con créditos de más largo plazo y de menor tasa de interés»».

   «Estamos luchando y necesitamos contar con mejor acceso a los mercados de los países industrializados»», agregó sin ahondar en detalles.

   «La violencia terrorista ha aumentado la miseria y ha anulado las posibilidades de reivindicarla. La violencia ha agravado la pobreza y la ha utilizado para reproducirse»», señaló.

   El presidente prometió reducir la pobreza en un porcentaje igual o superior al crecimiento económico, con un programa de inversión social que «depende en muy buena parte de un fuerte y sostenido crecimiento de la economía»».

   Uribe aseguró que el crecimiento económico de Colombia el año pasado fue de casi 4%, superando las expectativas del 2,5%, y que este año la meta es 5%, «crecimiento que ha permitido reducir en 3 puntos el desempleo»».

   Uribe enumeró estadísticas relacionadas a los diferentes programas sociales que adelanta su despacho, tales como los 4 millones de colombianos pobres que se beneficiarán en diciembre del Régimen Subsidiado de Salud, además de los 13 millones que ya gozan del programa.

   El mandatario dedicó un aparte al subsidio que reciben más de 7.000 reinsertados de los diferentes grupos violentos, lo cual calificó como «un gran proceso de paz, sin alardes pero efectivo»».

   «Cuando un reinsertado percibe la acogida y el apoyo del Estado y la comunidad, se reconcilia con las instituciones, abraza la democracia y la convivencia, y rechaza cualquier justificación de la violencia»», indicó.

   También anunció que su gobierno ha disminuido los desplazamientos «en promedios del 40%, pero aún continúa y es muy elevado. Se han dado retornos que benefician 70.000 personas»».

   Por otra parte, Uribe informó que su país integrará la Misión de Estabilización de la ONU en Haití, para colaborar «con presencia de expertos policiales en la lucha contra el narcotráfico»».

   Tras su discurso, Uribe se reunió con el secretario general de la ONU, Kofi Annan. La víspera, el mandatario inauguró una cafetería Juan Valdés en Nueva York.