Urología De Hoy

Urología  De Hoy

MeryCarla Pichardo

Hola, soy una chica de 25 años, me hice unos estudios por un dolor muy fuerte de espalda, me refirieron al urólogo el cual vio que tengo una piedra que me ocupa casi todo el riñón; tengo un tío que lo operaron de los riñones y tiene una herida muy grande, quisiera otras alternativas para mi caso que no sea abrirme para sacar la piedra.

En los casos donde la piedra(cálculo) abarca la salida del riñón (pelvis renal) y parte de los conductos que colectan la orina dentro del riñón (infundibulo-caliceal) se le llama calculo coraliforme. Los cálculos en los riñones son una causa importante de infección de orina a repetición, pérdida de la función del riñón y ocasionan dolor en el área lumbar.

Hasta hace 2 décadas se utilizaba la cirugía abierta para este tipo de piedras, pero hoy en día no se justifica hacer cirugías abiertas para el manejo de piedras, salvo muy escasas excepciones. En tu caso particular con un cálculo coraliforme, la cirugía de elección es la cirugía percutánea.

La cirugía percutánea se realiza a través de heridas de aproximadamente 1 cm de tamaño, hasta llegar dentro del riñón con un sistema de cámaras y fragmentar la piedra con diferentes tipos de energías, desde energía neumática hasta energía láser.

Este tipo de procedimientos mínimamente invasivos permiten acceder al riñón a resolver procesos que de otra manera necesitarían heridas grandes mutilantes e incapacitantes durante un largo periodo.

Las diferencias entre la cirugía abierta y la cirugía renal percutánea no son solamente en cuanto al proceso de recuperación, sino también en cuanto al daño que sufre el riñón con la cirugía misma; con la cirugía abierta conocida como cirugía anatrófica, se debe realizar una incisión en todo el borde del riñón que tiene un impacto negativo en cuanto a la función del riñón luego del procedimiento quirúrgico; sin embargo, con la cirugía renal percutánea (aun necesitando más de una incisión) se realiza una incisión pequeña de menos de 1 cm que permite que el daño a este riñón sea muy mínimo.

Luego de este procedimiento la recuperación e integración a las actividades cotidianas es sumamente rápida, teniendo el paciente un alta por lo general a las 24 horas, integración a actividades laborales o deportivas en un periodo de tiempo de 10 a 14 días en comparación con cirugías abiertas donde el paciente necesita una recuperación mínima de 1 mes.

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