La deficiencia de testosterona en el adulto se conoce como hipogonadismo tardío, afecta principalmente la función sexual, pero también tiene efectos sobre otros órganos y sistemas y sobre la calidad de vida.
Los niveles de testosterona disminuyen en promedio 1.6% por año a partir de los 40 años.
Las causas son: a) disminución de la masa de celular a nivel de los testículos y menor respuesta del mismo a la estimulación de la glándula hipofisaria.
La presencia de otras enfermedades concomitantes que se asocian a la disminución de la testosterona son la hipertensión, la elevación de los colesteroles en sangre o dislipidemia, la diabetes, obesidad, asma o enfermedad obstructiva del pulmón. Algunos factores del estilo de vida como la falta de hacer ejercicio, alcohol, tabaquismo y estrés también se asocian con disminución de testosterona.
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En los últimos tiempos se está dando un fenómeno de uso indiscriminado de hormona testosterona y hasta de auto medicación por parte de los pacientes porque quieren obtener una masa muscular mayor y en tiempo récord. Y estamos recibiendo pacientes jóvenes con síntomas de disfunción testicular por el uso indebido de la misma.
No porque se tenga un nivel en sangre bajo hay que medicar al paciente. Tienen que darse otros factores.
El paciente debe ser evaluado por un especialista en la materia. Haciendo un buen interrogatorio, luego un examen físico acorde y los estudios diagnósticos de laboratorios e imágenes para poder determinar cual es la causa de la deficiencia y cómo la podríamos manejar. Tomando esto en cuenta podemos dividir los síntomas de la deficiencia de testosterona en dos grupos:
Dentro de los sexuales están:
• Pérdida o disminución del deseo sexual.
• Erecciones de mala calidad.
• Menor cantidad de erecciones involuntarias.
• Disminución de la cantidad de líquido seminal o semen.
• Disminución de la actividad sexual.
Dentro de los no sexuales están:
• Disminución del tamaño testicular.
• Pérdida de la fuerza y masa muscular.