Una de las enfermedades que afectan al riñón más frecuentemente, y el manejo quirúrgico depende del urólogo están los cálculos o piedras renales.
De inicio cada piedra o lito debe evaluarse y saber su tamaño, localización, y valorar la posibilidad de expulsión o no.
Quien hace un calculo en un promedio de 5 años puede hacer otro si no toma medidas preventivas. Solo las piedras de ácido úrico disminuyen su tamaño con tratamiento médico, pero son menos del 5 por ciento de todas.
Todas las terapias conservadoras sugeridas por familiares o naturalistas van encaminadas a aumentar la diuresis para lograr la expulsión de la misma (agua de coco, etc.) de no lograrse la expulsión de la misma en periodo dos semanas, o de tener un cuadro muy doloroso, debe valorarse tratamiento quirúrgico que, puede ser endoscópico (sin necesidad de hacer incisiones) o percutáneo (con una incisión de menos un centímetro).
De inicio preventivo y estando en un país tropical se sugiere aumentar la ingesta de agua, ya que los elementos que forman los cálculos se unen al tener poco recambio de líquidos en los riñones, al igual que no subir de peso y hacer ejercicio hace que los cálculos siendo pequeños puedan ser expulsados muchas veces sin darnos cuenta (es a lo que normalmente se le llama “arenilla” en el examen orina).
El examen de orina nos da mucha información sobre las anormalidades de los riñones con sustancias que promueven o evitan la formación de cálculos. Normalmente la evaluación para la prevención de cálculos es multidisciplinaria, donde el urólogo es quien en la presencia de cálculos, toma las medidas para expulsarlo o extraerlo, ya después que no están presentes el nefrólogo interviene en la prevención y evaluación de causas posibles de la formación de los mismos y le recomienda entre hidratación, factores de dieta y ejercicios.
Si ya hizo una piedra, y no se ha determinado la causa, se recomienda por lo menos una evaluación con el urólogo y al nefrólogo para valorar si se formó un calculo nuevo, que cuando es pequeño se le da seguimiento y se planifica mejor el tratamiento.
El tener un calculo por mucho tiempo si obstruye el riñón causa el daño irreparable del mismo con la llegada de insuficiencia renal y diálisis o conllevar a una infección que puede llevar a sepsis y tener resultados devastadores.