Tengo 38 años y he tenido varios episodios de sangrado al eyacular. Esto nos asusta mucho tanto a mi como a mi esposa.

La hemospermia es la presencia de sangre en el semen. Es un hallazgo generalmente benigno, auto limitado especialmente en hombres menores de 40 años y que no presenten ningún otro síntoma asociado. Sin embargo es algo que resulta muy alarmante para los pacientes.

La causa más común es la infección (40% aproximadamente de los casos). Otras causas pueden ser abstinencia sexual prolongada, exceso de relaciones sexuales o coito interrumpido. Puede presentarse también luego de una biopsia de la próstata o cualquier otro procedimiento que involucre la instrumentación de las vías urinarias. Otras causas incluyen trastornos de coagulación, enfermedad hepática crónica, cáncer, hipertensión, cuerpo extraño en las vías urinarias, entre otras.

Durante la evaluación el urólogo debe realizar historial clínico, examen físico y pruebas de laboratorio que incluyen desde hemograma y pruebas de coagulación, cultivos de orina y semen hasta pruebas de enfermedades de transmisión sexual. En ocasiones se debe recurrir a estudios diagnósticos como la sonografía transrectal para valorar detalladamente la próstata y las vesículas seminales, resonancia magnética de pelvis y genitales entre otros.

Cuando la hemospermia persiste o se presenta en repetidas ocasiones está indicada una uretrocistoscopia que consiste en entrar con una cámara y mirar directamente la uretra (conducto de la orina) y la vejiga.
Es de suma importancia establecer que realmente se trate de una hemospermia pues puede confundirse con que su pareja este menstruando y que esa sea la situación.

El tratamiento dependerá de la causa, pues por lo general la hemospermia es autolimitada y se puede manejar de manera expectante. Si la causa es infecciosa se deberá dar el tratamiento de elección. Quistes prostáticos y de los conductos eyaculadores pueden ser drenados bajo visión sonográfica.

Recomendación URUS*
Lo importante la comunicación médico paciente y tener claro que esto no es nada malo y que va a desaparecer sin hacer ningún tratamiento en la mayoría de los casos.
En caso de que persista y/o que se acompañe de otros síntomas lo correcto es que el urólogo haga todas las pruebas pertinentes.