La República Oriental del Uruguay acaba de tener un proceso eleccionario libérrimo y democrático, como es su costumbre, dando ejemplo en nuestro continente.

La otrora “Suiza de América” en la década del 70, enfrentando grandes problemas sociales y económicos, trajo consigo un deterioro de las instituciones que acarreo un golpe de Estado en 1973, el primero en muchos años.

La cúpula militar gobernante participó activamente en la llamada “Operación Cóndor”, brazo ejecutor de cinco dictaduras suramericanas en la aplicación de la llamada Doctrina de Seguridad Nacional.

En 1985 retorna la democracia a esa nación, al ganar las elecciones el Partido Colorado, fundado a principios del siglo pasado por José Batlle Ordóñez, el organizador del Uruguay moderno. El candidato colorado Julio María Sanguinetti, político sagaz, con un lenguaje cervantino, luego de un período de cinco años retornó a la presidencia en las elecciones de 90-95.

En las elecciones de 2004 se postuló por tercera vez el doctor Tabaré Vásquez, oncólogo, Intendente de Montevideo, por una coalición de partidos de izquierda que conforman el Frente Amplio, ganando en una primera vuelta con un poco más del 50% del electorado.

Su gobierno termina con más del 50% de aprobación, teniendo éxitos en el combate a la pobreza, el plan de alfabetización, las buenas relaciones con Estados Unidos, y el aumento sustancial de las exportaciones. Siendo socialista, vetó la ley del aborto.

Todo lo anterior debió haber traído un triunfo fácil en estas elecciones para el Frente Amplio, con su candidato José (Pepe) Mujica, ex-senador de la República, exitoso ministro de Agricultura del Gobierno actual pero, lo que más destaca la Prensa, es su pasado como ex-Jefe Tupamaro en la década de los 70.

Tupamaro, era un movimiento guerrillero izquierdista que mantuvo por varios años una guerra abierta contra el sistema.

 Mujica obtuvo un poco más del 47% de los votos, el ex presidente Luis A. Lacalle, del Partido Blanco, un poco más del 29%, y Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, poderoso partido en el pasado que, con sus divisiones, se ha colocado con apenas un 17% del electorado.

Para el día 29 de este mes de noviembre están llamados los uruguayos a la segunda vuelta electoral. De acuerdo al panorama actual, parecería que el candidato Mujica, del Frente Amplio, que con unos 6 ó 7 mil votos que le faltaron en primera vuelta, tendría asegurado su paso a la Presidencia. Pero debemos destacar aquí la influencia de los partidos tradicionales en los medios de comunicación, que todo el tiempo califican a Mujica como ex jefe Tupamaro, provocando la inquietud de una conservadora sociedad que, a pesar de ser una de las más avanzadas de América, pudiera tener el temor de elegir a alguien con ese pasado.

La diferencia de éste con el Presidente Vásquez, es que siempre éste último ha sido considerado un hombre del sistema,  de lo que  no goza completamente el candidato del Frente Amplio, a quien identifican como mano derecha y sustituto del legendario líder Tupamaro Raúl Sendic.

Es debido a todo esto que el ex – Presidente Lacalle, que ya llegó a un acuerdo con Bordaberry, está recorriendo el país, tratando de conformar un bloque para oponerse a Mujica en esta segunda vuelta. Creemos que las cosas no están completamente definidas.

Les deseamos la mejor de las suertes a esa hermana nación.