MEX010. CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 09/07/2019.- Fotografía de archivo del 15 de febrero de 2019 que muestra al secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa Macías, durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional de Ciudad de México (México). Urzúa renunció este martes por las "discrepancias económicas" con el presidente Andrés Manuel López Obrador y por la "imposición de funcionarios sin conocimiento de Hacienda". EFE/Mario Guzmán/ARCHIVO
Menos de una semana después de desatar la mayor crisis del Gobierno mexicano con su renuncia como secretario de Hacienda, Carlos Urzúa vuelve a la carga con nuevas explicaciones sobre los motivos de su salida, al denunciar las influencias que ejerce Alfonso Romo, un empresario del norte del país que se ha convertido en el hombre fuerte de Andrés Manuel López Obrador en temas económicos,
En una entrevista para el semanario Proceso, el veterano profesor de economía Urzúa advierte que Romo trató de usar su influencia para apoderarse de las secretarías de Hacienda y Economía y que aunque el Presidente no lo dejó, sí pudo imponer a Margarita Ríos-Farjat en el SAT (Administración Tributaria) y a Eugenio Nájera en Nafinsa y Bancomext (banca de desarrollo)”.
En este último caso, el exsecretario sostiene que llegó incluso a cambiarse la ley del SAT para facilitar su entrada.
Urzúa no denuncia directamente un conflicto de interés con Romo –“no me consta”– pero apunta que “uno quisiera que Alfonso Romo y sus familiares hasta el primer grado no tuvieran actualmente participación alguna en la Casa de Bolsa Vector”, un holding financiero.
Las críticas a Romo, un empresario del norte del país que se ha convertido en el hombre fuerte de López Obrador en temas económicos, se concentraron en la parte política, casi personal: “Es un hombre de extrema derecha, que oscila entre el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. ¿Cómo un hombre así, que llegó a admirar Pinochet y a Marcial Maciel acabó siendo no solo amigo de López Obrador, sino jefe de la Oficina de Presidencia?”
El académico, que ha acompañado escalonadamente al actual mandatario mexicano desde su época a finales de los noventa al frente del PRD, también tuvo buenas palabras para López Obrador: “A pesar de las diferencias que hoy tengo con él, estoy convencido que es, por mucho, el mejor político vivo que existe hoy en México”. Aunque al mismo tiempo, al recordar uno de los choques con el presidente tras criticar la gestión de la empresa pública de electricidad, reconoce que “para López Obrador, cualquiera que lo critique es un neoliberal”.
Otros de los motivos de fricción adelantados tras su dimisión fueron las diferencias en cuanto a la prioridad de llevar a cabo una reforma fiscal en el país como palanca para enmendar las profundas desigualdades, precisamente uno de los pivotes de la agenda del Gobierno de Morena.
La negativa de López Obrador “quizá por no enfrentarse con algunos empresarios, quizá por el coste electoral” según Urzúa, choca además con los equilibrios presupuestarios: “no es sencillo tener un balance presupuestal y al mismo tiempo muchos programas sociales”.
Urzúa enfatiza también durante la entrevista sus diferencias con decisiones como la cancelación del aeropuerto de Texcoco o la estrategia para rescatar a la maltrecha petrolera pública, Pemex.
Profundizar
El exsecretario mantiene que la mejor vía es profundizar en la inversión en exploración y producción, en vez de apostar por una nueva refinería, como han hecho finalmente, esto en sentido de la estrategia de rescatar la petrolera. Al igual que con el Tren Maya, considera que se trata de proyectos caros y largos de llevar a cabo . En el caso de la refinería de Dos Bocas, el plan oficial pasa por un presupuesto de 8 mil millones .