– Parte II –

1. Cambios estructurales en USA.

La revolución tecnológica. Factores determinantes del dominio tecnológico norteamericano: 1. USA invierte 2.9% de su PIB en investigaciones y desarrollo, representando el 52% de estas inversiones en el mundo, y produce 70% de las patentes en tecnología de la computación.

2. El aumento en la capacidad de almacenaje (big data) es tan enorme que es difícil de comprender para quien no sea especialista. Esa capacidad, desde hace 30 años, se duplica cada 18 meses: para noviembre del 2015 será el doble y para principios del 2017 será 400% de la capacidad actual, teniendo los siguientes efectos:

a. Los cambios abruptos se están sucediendo constantemente; ya se puede analizar en tiempo real todas las informaciones de las últimas décadas. Todos los negocios en USA tienen acceso, sin invertir, a poder analizar todas las informaciones pagando una renta que ha bajado de US$6.00/GB a menos de US$0.60/GB en cinco años. Lográndose algo inimaginable: que las pequeñas compañías tengan un costo de innovación virtualmente igual a las grandes compañías.

b. Se ha acortado al mínimo el proceso de innovación a producción, reduciendo los ciclos de los productos (por ejemplo, una nevera) de 8 a 9 años a apenas 2 ó 3 años.

c. Se ha acortado apenas a 3 ó 4 días el ciclo entre la producción y la entrega a los consumidores, bajando en pocos años los niveles de inventario en 60%.

d. Están incrementando rápidamente la utilización complementaria de robots. Energía.

En apenas cinco años han ocurrido hallazgos extraordinarios de petróleo y gas no convencional debido a la utilización de la tecnología del “fracking”. La producción de petróleo ha aumentado 2.2 mbd y las reservas de gas (fundamental en la energía eléctrica, fertilizantes, plásticos, etc.) se han cuadruplicado, reduciendo el precio del gas a apenas 40% del precio de Asia y Europa.

 2. En China están también ocurriendo grandes cambios estructurales. Procedamos a analizar estos:

– China ha seguido, desde hace 30 años, la política de un solo hijo resultando, desde hace tres años, en una reducción moderada en la oferta de trabajadores;

– Ha pasado de ser exclusivamente la factoría del mundo a convertirse en una sociedad con un poderoso crecimiento del sector servicios, inexistente en el 2002. Financial Times informó que el sector servicios aumentó, en cinco años, en 39 millones de trabajadores mientras que el manufacturero aumentó en 28 millones;

– Estos dos factores han causado que el salario real en la factoría esté aumentando entre 15 y 18% por año, y ya para 2015 será US$3.50/hora;

– Debido a la distancia geográfica se requieren 20 días de inventarios y el costo de transporte es US$2,400.00 por cada furgón de 40 pies. Esto era antes compensado por salarios, apenas US$0.25/hora en el 2002.

Estos grandes cambios estructurales están permitiendo que un número importante de productos puedan ahora producirse en USA y en nuestra zona. México, con salarios parecidos a los de China, está eliminando con decisión los factores anti-competitivos, aumentando explosiva mente sus exportaciones a la zona oeste de Estados Unidos.

Tenemos la misma ventaja comparativa que México, pero con la zona este americana, con la ventaja que nuestro salario en el 2015 será 40% del salario chino. ¿Qué nos falta?

– Eliminar el sobre-costo que tenemos en la carga interna y externa;

– Eliminar el sobre-costo eléctrico y construir el Puerto de Manzanillo (a menos de dos días de la costa este). Esa inversión la podríamos lograr mediante un acuerdo con China;

– Triplicar, igual que México, la educación tecnológica que hace el INFOTEP;

– Implantar una política financiera más orientada hacia la producción, etc.

Las circunstancias están dadas para que el país obtenga logros extraordinarios; ya se han concretizado pasos importantes para el saneamiento fiscal. ¿Qué más se necesita hacer? Implantar los cambios estructurales necesarios en este mundo globalizado para construir una plataforma que se sustenta en tres pilares principales: competitividad, competitividad y más competitividad.