Incumbe al presidente Donald Trump como primer mandatario de Estados Unidos de América (EUA), evaluar, reestructurar, reorganizar, robustecer y hasta cerrar por ley, no por decreto, la Agencia Usaid. La tarea operativa fue asignada al hombre más rico del mundo, Elon Musk encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental.

Trump tiene derecho constitucional para juzgar Usaid, como organismo del Departamento de Estado. Entidad creada por el presidente John F. Kennedy vía la Ley de Asistencia Extranjera de 1961. Sólo otra ley podrá caducarla como demuestra la sentencia del juez Carl Nichols, del Tribunal del Distrito de Washington, nominado por el mismo Trump para este tribunal de primera instancia.

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El mejor territorio para encontrar evidencias del buen hacer de Usaid, en República Dominicana, es Santiago. Desde 1962 a la fecha, esta ciudad muestra más de 100 iniciativas, donde la agencia colaboró con asistencia técnica y financiera.

Sus contribuciones facilitaron una de las primeras universidades de agricultura de América, ISA. También aportaron el modelo para rescatar el río Gurabo; asimismo, las primeras casas de justicia, las escuelas de ciudad Santa María y el Plan de Ordenamiento con adaptación climática. Igualmente, los humedales como herramientas de saneamiento.

Asimismo, el apoyo al Plan Estratégico de Santiago en su momento crítico, vía el embajador Robert Fannin y el director de Usaid, Richard Goughnour con recursos ratificados en comunicación a quien suscribe.

Contribuciones que, como dijera el presidente Bosch en 1962, “los proyectos de Santiago, siempre tienen una contrapartida debajo del brazo”. El apoyo de Usaid al desarrollo, en 63 años, coincide con el período donde logramos como nación, alcanzar niveles sostenibles de crecimiento económico.

El morbo político dramatizado por las redes sociales, manipula fondos para la democracia, transparencia y gobernabilidad que colocó Usaid en la organización política no partidista Participación Ciudadana.

Entidad de la cual formamos parte de su fundación en 1993, junto a los santiagueros como Mariana Moreno García, Pengsien Sang, Juan Castillo y otros. Líderes que asumieron la iniciativa generada por Juan Bolívar Díaz, Isidoro Santana, Gianna Sangiovanni y Antonio Isa Conde.

Participación Ciudadana, con apoyo de Usaid, contribuyó a la democracia y la transparencia pública, al colocar en primer plano los altos niveles de corrupción en casi todos los órganos del Estado en administraciones públicas precedentes y dejar las herramientas para medir la actual gestión.

Usaid sí tiene quien le escriba. Se encontrarán fallas y errores, pero todos sus aportes a los sectores sociales y empresariales, facilitaron el fortalecimiento de la democracia, la inversión y el desarrollo.