Usan monos para aclarar diferencias entre hombres y mujeres

Usan monos para aclarar diferencias entre hombres y mujeres

WASHIGTON (EFE).- Psicólogos de Estados Unidos han entrado, tal vez sin quererlo, en la polémica sobre las diferencias intelectuales y fisiológicas entre hombres y mujeres y para ello no han encontrado mejor recurso que estudiar el comportamiento de los monos.

Su explicación es razonable. Señalan que la investigación entre los seres humanos es muy difícil porque hay muchos factores que la confunden, como las medicinas, la dieta, el estilo de vida, la crianza y la cultura.

Por el contrario, los monos rhesus no se encuentran bajo la influencia de esos factores propios de la modernidad y la civilización.

 “Los monos rhesus son buenos modelos del envejecimiento humano porque son similares en sus características endocrinas, cognoscitivas y neurológicas”, señala Agnes Lacreuse, endocrinóloga de la Universidad Emory.

Además, agrega, los monos “son útiles en el estudio de las posibles diferencias intelectuales vinculadas a la edad debido a que proporcionan un modelo no influido por diferencias de género tanto en lo que se refiere a la longevidad como la demencia”.

El estudio de los psicólogos del Centro Nacional Yekes de Investigaciones de Primates de la Universidad Emory, en el Estado de Georgia, vino muy a propósito de un encendido debate provocado por el rector de la Universidad de Harvard, Larry Summers, quien afirma que existen diferencias intelectuales entre hombres y mujeres y después trató de explicarlas.

En una conferencia sobre la escasa representación de mujeres y miembros de las minorías en campos científicos y la ingeniería, Summers sugirió dos premisas:

Primero: las variaciones entre las aptitudes femeninas en matemáticas y ciencias tienen un fundamento biológico.

Segundo: las mujeres son “regulares” en este campo debido a que no están tan dispuestas a sacrificarse como los hombres.

Y como para suavizar el golpe, añadió que tal vez esto se deba a que las mujeres son víctimas de la discriminación.

Por supuesto, el rector de la universidad más prestigiosa del país tuvo que disculparse ante la tormenta que desataron sus palabras.

“Fue un error haber hablado de una forma que se ha convertido en una señal no premeditada de desaliento para niñas y mujeres talentosas”, señaló, sin retractarse de sus ideas.

Y los resultados del estudio, publicado por la revista “Behavioral Neuroscience” de la Asociación de Psicología de EE UU, parecen dar la razón a Summers, aun cuando no van en desmedro de hombres o mujeres, mejor dicho, de monos y monas.

Específicamente, el estudio determinó que los monos jóvenes y adultos tienen una mejor memoria espacial que las hembras y que ésta llega a su máximo muy pronto en la vida del macho.

Pero en el análisis de grupos más viejos de monos machos se descubrió una baja precipitada del rendimiento de esa memoria espacial que se utiliza para recordar dónde se ha dejado un objeto, por ejemplo.

Como resultado, al llegar a una edad adulta machos y hembras tenían una capacidad intelectual similar.

Un segundo estudio estableció que el entrenamiento para mejorar la memoria espacial no ayudaba a los machos, pero sí a las hembras, llevando su rendimiento intelectual al nivel de los machos jóvenes adultos, lo que eliminaba cualquier diferencia en lo que se refiere al género.

 Según Lacreuse, la investigación se realizó teniendo bajo consideración algunos estudios que sugieren que los hombres sufren una mayor declinación cognoscitiva en relación con las mujeres.

“Nuestros resultados en monos se ajustan a estos informes, al menos en lo que se refiere al tema específico de la memoria espacial”, señaló.

Para la endocrinóloga y quienes colaboraron en su investigación, es posible que las razones de esa declinación intelectual estén en los niveles de testosterona que se reducen a medida que los hombres avanzan en edad.

 Según señalan, es posible que esa hormona tenga una relación directa con el hipocampo, un sector del cerebro asociado a la memoria espacial.

Pero Lacreuse se cuida mucho de aclarar que la investigación de los monos rhesus reveló que las diferencias entre machos y hembras “tienen que ver sólo con la memoria espacial, y no con otros campos intelectuales”.

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