Clientes reportan facturas elevadas sin justificación, aumento de averías, violación de plazos y recargas que no entran a las casas
Usuarios de las Empresas Distribuidoras de Energía del Sur (Edesur) y del Este (Edeste) sufren por partida doble las reiteradas averías en el sistema eléctrico.
Aparte de los malestares propios de estar sin electricidad, padecen que las entidades violen su propio plazo de respuesta, y el lapso de entre una y 10 horas puede transformarse en dos, tres y cuatro días.
En el caso de clientes prepago, las situaciones abarcan recargas que quedan “enganchadas” y cobro del kilovatio más caro si sobrepasa los 200 pesos, a fin de mes, por lo que la gente opta por recargar poco hasta que llegue el día primero de mes.
Esto, amén de que el precio del kilovatio fue aumentado, al compás de los apagones.
Ciudadanos que padecen la calamidad toman este medio como canal de desahogo y espacio para denunciar, en pro de ser atendidos.
Así, Rafaela Alcántara, del sector 30 de Mayo, en la capital, sostiene que Edesur le subió la factura de 1,600 pesos en mayo a 3, 000 en junio, “reclamé y me dijeron que la consumí, el próximo mes llegó de 4, 900, con la casa todo el día cerrada, porque estaba n el trabajo y mis hijas de vacaciones fuera de la vivienda y ahora vino de 2,200”.
Lucas Rueda, de La Yaguita de Los Jardines del Norte, cuenta que hizo un reporte a esa proveedora y vencido el tiempo de solución, volvió a llamar pero su caso fue asentado de nuevo, porque lo borraron acabado el plazo.
“A los tres días es que resolvieron y al siguiente ya había otro fallo y fue el mismo viacrucis”, narra.
Julio Peguero expone que pasada una avería compró una recarga que nunca fue efectiva y cuando reportó le indicaron que su caja no conectaba con el módulo, por lo que enviarían un técnico en el intervalo que da siempre la empresa. Sí de una a 10 horas pero nunca apareció y estuvo sin luz dos días.
La cadena de afectados que contactó a este medio abarca a moradores en los sectores capitalinos Los Próceres, Galá, Villa Marina, Pantoja, pero igual a gente de San Cristóbal, Neiba y Azua.
Edeste
Belkis Marchena, del residencial Villas del Centro III cuenta que ese edificio, lo mismo que otras zonas de Villa Consuelo, Distrito Nacional, duró dos días sin luz y Edeste resolvió por la presión que implicó quemar gomas.
Esos consumidores confían en que las autoridades del sistema eléctrico cumplirán su palabra de ofrecer un servicio mejor y evitarles esas incomodidades.