Usuarios llenaron ayer oficinas del Invi

Usuarios llenaron ayer oficinas del Invi

POR GERMAN MARTE
Las oficinas del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) fueron nuevamente abarrotadas ayer domingo por una multitud que reclamaba que le entregaran los títulos de propiedad de casas y apartamentos construidos por el Estado.

La mayoría dijo que eran personas damnificadas del huracán Georges de 1999, de El Tamarindo, en Santo Domingo Este.

También había personas de Manoguayabo, Los Girasoles, San Luis, Constanza, Santiago, Santiago Rodríguez y Montecristi.

Ancianas, mujeres embarazadas y hombres de todas las edades, damnificados del huracán Georges acudieron luego de enterarse que el INVI trabajaría ayer domingo entregando títulos y asignaciones de casas y apartamentos.

Policías antimotines fueron llevados al lugar para contener a los manifestantes, quienes fueron obligados a replegarse al otro lado de la calle. El INVI está ubicado en Gascue en las inmediaciones del Banco Central.

Próximo al mediodía corrió el rumor de que el director del Invi, Juan Antonio Vargas, había dicho que los damnificados debían irse a Villa Liberación, en El Tamarindo, y ocupar los apartamentos construidos para alojarlos y que las nuevas autoridades resolvieran la situación.

Pero oficialmente ningún funcionario los atendió. Tampoco se permitió el acceso a los periodistas. Sólo se permitía el paso a ciertas personas seleccionadas por los militares que custodiaban las puertas del edificio donde funciona el INVI.

Muchos de los manifestantes dijeron que desde 1998 viven hacinados en barracones a la espera de que las autoridades les reubicaran en un lugar decente, pero ahora temen quedarse en la calle.

Precisaron que en El Tamarindo había 1,200 familias damnificadas, de las cuales todavía quedan alrededor de 400 que no han sido reubicadas por las autoridades del INVI, a pesar de que se les ha prometido en más de una ocasión.

Denunciaron que después que el INVI anunció el jueves que entregarían las viviendas antes del cambio de gobierno, un banda de delincuentes azota la comunidad, tumbando barracones y robándose el zinc y los pocos ajuares que tienen.

José Rodríguez, uno de los damnificados, dijo que los ladrones van armados con «chilenas», hachas y machetes y penetran en las casuchas aunque haya personas dentro y se llevan todo lo que les interesa.

Varias mujeres, jóvenes y ancianas, mostraron documentos que les acreditaba como damnificadas del huracán Georges. Dijeron que están durmiendo bajo lonas.

Una embarazada, denunció que fue maltratada por dos oficiales policiales quienes la agarraron por el cuello cuando hacía la protesta. Asimismo, la Policía apresó a uno de los manifestantes, pero luego lo dejaron en libertad.

«Estamos en la calle; el Invi, los guardias y los tígueres nos tiraron a la calle. Los damnificados del huracán Georges, de 1998, estamos en la calle con nuestros niños porque los tígueres nos tumbaron los barracones encima y los apartamentos están vendidos», denunció Francis Rocío Abreu.

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