Luego de un impresionante arranque al inicio de la temporada pasada –en que muchos técnicos vaticinaron que Utah estaría en las Finales de la NBA- la decepción y la frustración llegó a la franquicia debido a lesiones sufridas entre sus mejores jugadores.

La campaña 2008-09 fue una estación plagada de lesiones para los Jazz, que vieron como Mehmet Okur, Carlos Boozer, Andrei Kirilenko y Deron Williams,  disminuyeron sus producciones ofensivas víctimas de las lesiones.

De ellos, Boozer y Williams lucharon hasta más no poder para regresar al tabloncillo, al extremo que el primero sólo jugó 37 encuentros, y Williams actuó a mediana capacidad durante 68, no exhibiendo todo su potencial.

El propietario, Larry Miller, era, es y seguirá siendo su principal fanático. Miller ayudó a construir este equipo y una ferviente fanaticada en base a su apoyo personal, su presencia cada noche en el Delta Center –hoy Energy Solutions Arena-, cuya franquicia no había tenido éxito hasta llevarla a la ciudad de Salt Lake City.

Los Jazz fueron eliminados por los virtuales campeones de Los Angeles Lakers en primera ronda de los playoffs del pasado año, pero tuvieron las agallas de ganar el tercer encuentro de la serie 88-86, en Utah. Con todo y ese triunfo, los jugadores estaban conscientes que era mejor perder lo antes posible.

A causa de la agencia libre, el futuro de los Jazz era incierto, y era obvio que todos pensaran en la disolución del quinteto, empezando por Boozer, que devengará 12.3 millones la próxima temporada. Ellos perdieron al reservista power forward Paul Millsap, que firmó un contrato de cuatro por 32.0 millones de dólares con Portland Trail Blazers.

Los Jazz pueden anotar sin muchas preocupaciones, pero es una escuadra poco dada a la defensa. Ellos permitieron 103.6 puntos por juego y anotaron 100.9 tantos. Además, Utah posee fama de ser un equipo atropellante  en la defensa.

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Un Rey

El coach, Jerry Sloan, que está en su temporada No. 22 con la franquicia, es el de mayor permanencia en un equipo en la actualidad en la NBA. El sustituyó a Frank Layden en noviembre de 1988. Aunque jugó baloncesto y fue una estrella para la franquicia de Chicago Bulls, la misma del mítico Michael Joredan, Sloan aún es venerado en la ‘Ciudad del Viento’ debido a su estilo de juego único y espíritu competitivo y ganador. Los Jazz disputaron las Finales de la NBA en 1997 y 1998, ambas frente a los Bulls, y perdieron ambas.