Utilidades del pan rallado

Utilidades del pan rallado

Una forma de aprovechar el pan duro y de darle varias utilidades en la cocina. Es prácticamente seguro que en todos los hogares haya acumulado sobras de pan de los días anteriores que no siempre se utilizan. Una buena idea es emplear ese pan seco para elaborar pan rallado en casa, de una forma tan sencilla como se indica a continuación.

En primer lugar hay que cortar en rebanadas el pan seco e introducirlas en el horno a 100º C durante 30 minutos para que pierda toda la humedad. Una vez secado el pan se tritura con la batidora hasta formar un polvo más grueso que la harina. Así de sencillo es elaborar el pan rallado. Incluso se le puede dar un toque de sabor al gusto de los comensales, de forma que los alimentos con que se utilice -carnes, pescados, fritos, etc.- adquieran parte de ese sabor. Al pan se le puede añadir ajo y perejil picado o ralladura de limón, ya que combinando estos ingredientes se puede disfrutar de nuevos sabores en los platos más habituales de la cocina.

El pan rallado se suele utilizar en la cocina para dar una capa crujiente a los alimentos. Se pueden realizar dos técnicas culinarias utilizando pan rallado: la fritura y el gratinado.

Fritura: Generalmente cuando se utiliza pan rallado sobre un alimento que posteriormente se va a freír se denomina a esa técnica “empanado”, es decir, se da una capa de harina, otra de huevo batido y posteriormente la de pan rallado. Esta técnica se utiliza con piezas de carne como pechugas de pollo, bistecs de ternera y chuletas o lomo de cerdo. También se emplea para dar la última capa a fritos como croquetas o fritos Villeroy.

Gratinado: Por otro lado, se utiliza también el pan rallado para gratinar elaboraciones en las que, una vez terminado el asado o gratinado del plato, se quiere dar una superficie crujiente.

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