Vacaciones en la granja del Papa

Vacaciones en la granja del Papa

Ciudad del Vaticano.  EFE.  Vacas, gallinas, pollos, perdices, conejos y cabras, además de olivos y árboles frutales, conforman la “granja del Papa”, situada en el complejo estival de Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros de Roma, donde los pontífices pasan sus vacaciones.

Todas las mañanas temprano comienzan las labores en la granja habitada por vacas frisonas de óptimo linaje, gallinas ponedoras, halcones adiestrados y abejas que producen una miel refinada, en este lugar de reposo, estudio y reflexión de los papas, a un kilómetro de donde descansa Benedicto XVI y a la altura que domina el lago Albano, informaron ayer medios locales.

La granja tiene un aspecto rústico antiguo que no se ha alterado desde tiempos del papa Pío XI, gran impulsor de la factoría, y está compuesta por un enorme parque que termina en un huerto, un total de 55 hectáreas, 25 de las cuales están destinadas a cultivos.

El ambiente romántico y pastoril no excluye el uso de sofisticadas técnicas de producción en esta estructura considerada un modelo “por la filosofía biológica capaz de no alterar el ambiente del entorno, ni el equilibrio de los animales”, refiere el periódico romano “Il Messagero”.

Cuidado.     Todos los animales son controlados cada mañana por los granjeros que los alimentan y los cuidan con “amor”, según el diario romano.

El secreto se encuentra en la alimentación, todo heno, seco, y concentrado, sin ninguna otra sustancia.

En los frutales hay albaricoques y melocotones, mientras las plantas y flores cultivadas adornan el Palacio Pontificio.

 Como era de esperar, todos los productos -huevos, leche, aceite y carne- terminan en la mesa del Papa en primera instancia o en el supermercado de Annona, más allá del río Tíber, por lo que los ciudadanos italianos también se benefician de la excelencia de esta granja.

En el lugar no faltan  colmenas de miel y de olivos que producen 3,500 litros de aceite refinado al frío.

En este paraje Juan Pablo II se paraba a charlar con los paisanos y hoy Benedicto XVI se informa de la marcha de la granja y, además, cada domingo no deja de probar el aceite virgen untado sobre pan tostado.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas