Apenas terminan las navidades, época que muchos aprovecharon para celebrar las fiestas fuera de la ciudad o el país, y disfrutar de unas merecidas vacaciones; también hay muchos más que se quedaron en casa pero pueden aprovechar ahora las atracciones de inicio de año.

Y es que nuestro país tiene mucho que dar en cada temporada.

 Iniciando el año tenemos uno de los acontecimientos naturales más impactantes: la visita de las ballenas jorobadas que vienen a engalanar aún más la espectacular Bahía de Samaná y el Banco de la Plata.

 Como cada año, miles de estos cetáceos se acercan a nuestras cálidas aguas para mostrarnos el milagro de la vida. Dejan las frías aguas del Océano Atlántico para venir a nuestro clima tropical y aparearse.

Y sin pudor alguno dejan que los visitantes presencien su rito de amor, dando saltos fuera del agua,  y emitiendo silbidos largos para atraer e impresionar a su  pareja.

Esto sólo puede disfrutarse hasta marzo, así que la mayoría de agencias de viajes ofrece excursiones con todo incluido, para quienes desean ver de cerca a las grandes jorobadas.

Saca tus abrigos. El calor es una constante en República Dominicana, pero en estas fechas la temperatura se vuelve más “amable”, especialmente en las zonas montañosas. Así que si quiere disfrutar a plenitud el “friíto” de enero, no dude en planificar una escapada a destinos para turismo de montaña como Constanza, Jarabacoa o San José de las Matas, donde además de una temperatura agradable, estará próximo a hermosas atracciones naturales.

Aunque no los escuche mencionar muy a menudo, en estas localidades hay muy buenas opciones de alojamiento y que también ofrecen guía turística para quienes se animen a conocer destinos como los saltos Anacaona o de Jimenoa, o la belleza del Parque Nacional Armando Bermúdez.

En esta época mucha gente aprovecha para ascender al Pico Duarte, así que aproveche alguna de las excursiones que organizan agencias de viaje.

Sol y playa. Pero si usted es más tradicional y aún así prefiere su agüita salada y broncear su piel, también puede aprovechar y visitar esas playas que no son las más concurridas pero no tienen nada que envidiar a las demás. Las playas Palmar de Ocoa, entre Azua y Baní, o la de Baoruco, en Barahona, son algunas de ellas. Planifíquese a tiempo y no deje de vivir estas experiencias.