Vacacionistas  previeron:
“guardaron pan pa’ mayo”

Vacacionistas  previeron:<BR>“guardaron pan pa’ mayo”

FRANKLIN AVILA.
El refrán popular que reza “después del  gustazo viene el trancazo”, no tuvo cabida  en la mayoría de las personas que se desplazaron a distintos  lugares del país por motivo de Semana Santa.

Y es que luego de un recorrido realizado por diferentes centros comerciales de la ciudad, la mayoría de las personas entrevistadas expresaron haber planificado con antelación sus gastos para la Semana Santa  recientemente culminada. 

“Yo me preparé antes. Ahorré para la gasolina y mi mamá vive allá por lo que no tuve que llevar nada, sólo algunas bebiditas”, expresó Nelly Fulcar, quien se trasladó hasta La Rancha, en San Juan de la Maguana.

Esa planificación incluye, para algunos, la elaboración de un presupuesto de gastos. “Yo hice un presupuesto para eso (10,000 pesos)”, dijo Linoleny Beltrán, quien permaneció en Puerto Plata durante esa fecha.

“No es una inversión, es un gasto. Pero no quede mal (económicamente) porque yo lo tenía previsto”, sostiene Daniel Durán, quien dispuso de unos 4 mil pesos para viajar a  Jarabacoa con su familia, integrada por cuatro miembros.

“Yo no soy de la gente que se vuelve loco. Yo voy disfruto y me baño, pero no como hay gente que todo se lo bebe y cree que la Semana Santa es una noche buena”, Luis Mejía, que viajó a San José de Ocoa.

Pero no todas las personas fueron planificadas o elaboraron sus presupuestos de gastos para pasar el asueto de Semana Santa.

En otras sí se aplicó el refrán pues una vez pasada esta fecha, ahora sienten las repercusiones de  haber gastado más de lo que podían o debían.

Un ejemplo de lo expuesto anteriormente lo es Juana Serrano, quien afirmó haber  pasado las vacaciones en Bonao.

 “Económicamente quedé pelada. Lo que tenía lo utilicé para eso (salir de vacaciones), ahora hay que empezar de nuevo “, sostuvo.

En el caso de Gilberto Encarnación, haberse desprendido de unos seis o siete mil pesos para pasar la Semana Santa en la localidad de  Cabrera,(perteneciente a Maria Trinidad Sánchez),  lo dejó “no muy bien” económicamente.

Algunos hasta vinieron desde   Estados Unidos y gastaron mucho dinero. “Quedé arrancada porque gasté mucho.. Ya yo he gastado casi 200 mil pesos aquí”, dijo Carmen Sánchez, que vino desde New York.

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