Vacío espiritual como Eje Coincidente en actos delictivos

Vacío espiritual como Eje Coincidente en actos delictivos

El vacío espiritual es el último, pero no menos importante de los Ejes Coincidentes en los actos delictivos que se desarrollan en el país y que abordaremos en esta serie.

Por tratarse la espiritualidad de un aspecto bastante subjetivo, pido su venia para abordarlo desde nuestra visión de esta parte importante del ser. Dicho así, debemos admitir, que al margen de nuestras creencias, estatus social, académico, etc., hay un componente en nuestras vidas que no puede ser satisfecho con lo meramente material, sino que amerita ser impactado por la esfera de lo sobrenatural.

Muchas veces hemos visto cómo personas que desde la óptica humana, teniendo sus problemas resueltos, se involucran en actos delictivos, que van desde corrupción administrativa pública y privada hasta sicariato, asaltos, diversos tipos de estafas, feminicidios y otros tipos de homicidios, violaciones reincidentes a normas jurídicas que rigen la convivencia pacífica de los seres humanos, entre otros.

Amén de las explicaciones humanistas que se puedan dar sobre este fenómeno, no podemos obliterar como característica de este Eje Coincidente, el vacío espiritual de las personas que exhiben el referido perfil. De ahí lo importante de convertir cada hogar en una fábrica de personas, que envíe sus productos terminados, a decir sus miembros, a la sociedad como seres humanos íntegramente formados para formar, transformados para transformar, listos para servir y no para ser servidos, dispuestos a dar más que a recibir.

Ese vacío espiritual que mueve a ciertas personas de nuestra sociedad a delinquir, produce en el individuo una serie de vicios que quedan manifiestos por la avaricia, el egoísmo, resentimiento, envidia, consumismo, etc.

Son males, que aunque identificados por la academia, ésta no puede resolverlos con sus propios métodos. Es ahí donde surge la imperiosa necesidad de invertir no sólo en lo que perece, sino también en aquello intangible, pero eterno que nos proporciona gozo y satisfacción que sobrepasa todo entendimiento, pues limitarnos a lo material, nos iguala al resto del irracional reino animal, cuyos miembros más que vivir, existen sobreviviendo.

Más leídas